martes, 13 de julio de 2010

LLUVIA DE CANDIDATOS, SEQUÍA POLÍTICA

Autor: Carlos Basombrío
Fuente: Diario Perú 21


Ya cerradas las inscripciones para gobiernos regionales y alcaldías, se confirmó lo que muchos suponíamos. En casi todos los lugares hay una cantidad enorme de postulantes. Todo parece indicar que se está superando incluso lo ocurrido en el 2006.
No hay nada que festejar. No estamos ante la fiesta cívica en donde el ejercicio democrático se multiplica y reproduce, sino ante una manifestación de la profunda crisis de nuestra vida política. En distritos y provincias de muy diferente naturaleza, de los más grandes a los más chicos, de los urbanos acomodados hasta los rurales pobres, en todos se repite el patrón de una multiplicidad de candidatos, que oscilan generalmente entre ocho y doce.
Ello viene de la mano con que, las más de las veces, no hay articulaciones nacionales y muchas veces ni siquiera regionales o provinciales entre estas candidaturas; es decir, salvo algunas excepciones –el Apra la más notoria–, casi siempre los postulantes se representan única y exclusivamente a ellos mismos. No tienen vinculación con la dinámica de otros distritos, provincias o regiones. Cada quien postula por la suya y el resultado dará cuenta, casi exclusivamente, de la atracción popular de esa persona y será difícil hacer análisis agregado. En esa medida, sigo pensando que el resultado de las elecciones regionales y municipales –quizás con la excepción de Lima– nos dirá poco de lo que irá a ocurrir el año siguiente.
¿Qué motiva esta explosión de candidaturas? ¿Cómo se financian? Creo que las respuestas pueden ser inquietantes. Me atrevo a pensar que, en muchos casos, no estamos ante el objetivo de desarrollar un tipo de gobierno local acorde con visiones ideológicas X, Y o Z y que tampoco son muchos los que se embarcan por una genuina vocación de servicio. Me temo que lo que puede estar primando es la búsqueda de beneficios personales indebidos. En esos casos, que algunos temen puedan ser mayoritarios, los gastos de campaña son vistos como una inversión a ser recuperada luego, y con creces, tanto por quien facilita el dinero como por quien consigue ser elegido. (Es inquietante y revelador que en dos distritos que nadan en plata por el canon minero, San Marcos, en Áncash, y La Encañada, en Cajamarca, haya 19 y 16 candidatos, respectivamente).
Dada la multiplicidad de candidaturas y el que la segunda vuelta sea solo para el nivel regional, es inevitable que tengamos de nuevo muchos alcaldes elegidos con una votación insignificante y que tendrán, desde el primer día, a más de media docena de candidatos perdedores tratando de socavar su gestión.
Se perdieron estos años para intentar las reformas que hubiesen podido mejorar algo la calidad de la vida política. Por lo tanto, seguiremos con los mismos problemas.

0 comentarios: