La Libertad.- ntinúa su labor de promover cultivos alternativos en favor de los agricultores de los valles antiguos de Chao, Virù y Moche.
El Laboratorio de Biotecnología, ubicado en Campamento “San José” – Virú, viene produciendo hongos comestibles un alimento orgánico – ecológico de alto valor nutricional y de bajo costo de producción, informó el Ing. Huber Vergara Díaz, Gerente General del PECH.
Las variedades de hongos comestibles que promueven son: “Champiñón Ostra” (pleorotus ostreatus), “Shiitaki” (lentinula edodes) y “Champiñom” (agaricus bisporus).
En la producción de hongos comestibles se utilizan remanentes agrícolas: bagazo de caña, coronta, chala de maíz, broza de espárrago, tallos, hojas de stevia, pajilla de arroz, es una opción de producción diversificada en zonas de bajos recursos económicos, anotó.
Además, los hongos comestibles tienen propiedades medicinales: controlan el colesterol, el sistema cardiovascular, hipertensión, alivian hepatitis, reumatismo, tumores.
Los hongos o setas son apreciados en la gastronomía, sus sabores y aromas son gratos a las comidas; es una excelente opción alimenticia, bajo en azúcar y calorías, alto contenido de proteínas, aportan vitaminas C,D, provitamina A, niacina, ácido fólico, vitaminas B (B2, B3); seleno, magnesio, fósforo, calcio, yodo, potasio y zinc, además de estimular la actividad cerebral y nerviosa, es eficaz para combatir la anemia.
El cultivo fue conocido por culturas precolombinas. En Guatemala se encontraron hongos esculpidos en piedra del siglo V antes de Cristo; también dibujos mexicanos del siglo XVI que muestran hongos consumidos por nativos.
Actualmente, la gastronomía nacional fomenta el consumo de hongos, es común encontrarlos en los mercados populares y en los supermercados, los chefs divulgan recetas para su consumo en tallarines, cebiche, a la parrilla, en guisados de carne, saltado, tortillas, entre otros.
Existen gran cantidad de especies de hongos o setas en el mundo sin embargo sólo un grupo reducido son comestibles, algunas especies se colectan en estado silvestre mientras que otras se cultivas para consumo humano, como es el caso de las especies que fomenta el Proyecto Chavimochic.
Incentivar a la población trujillana en el consumo de hongos comestibles por su valor nutricional y medicinal, es uno de los objetivos del programa emprendido por el Proyecto Especial CHAVIMOCHIC.
Fotos:
1.- Pleurotus ostreatus “Champiñon ostra”, hongo comestible. Logrado en broza de esparrago y coronta de maíz.
2.- Preparación de Hongo “Champiñón ostra” Pleurotus ostreatus.
3.- Limpieza y selección
El Laboratorio de Biotecnología, ubicado en Campamento “San José” – Virú, viene produciendo hongos comestibles un alimento orgánico – ecológico de alto valor nutricional y de bajo costo de producción, informó el Ing. Huber Vergara Díaz, Gerente General del PECH.
Las variedades de hongos comestibles que promueven son: “Champiñón Ostra” (pleorotus ostreatus), “Shiitaki” (lentinula edodes) y “Champiñom” (agaricus bisporus).
En la producción de hongos comestibles se utilizan remanentes agrícolas: bagazo de caña, coronta, chala de maíz, broza de espárrago, tallos, hojas de stevia, pajilla de arroz, es una opción de producción diversificada en zonas de bajos recursos económicos, anotó.
Además, los hongos comestibles tienen propiedades medicinales: controlan el colesterol, el sistema cardiovascular, hipertensión, alivian hepatitis, reumatismo, tumores.
Los hongos o setas son apreciados en la gastronomía, sus sabores y aromas son gratos a las comidas; es una excelente opción alimenticia, bajo en azúcar y calorías, alto contenido de proteínas, aportan vitaminas C,D, provitamina A, niacina, ácido fólico, vitaminas B (B2, B3); seleno, magnesio, fósforo, calcio, yodo, potasio y zinc, además de estimular la actividad cerebral y nerviosa, es eficaz para combatir la anemia.
El cultivo fue conocido por culturas precolombinas. En Guatemala se encontraron hongos esculpidos en piedra del siglo V antes de Cristo; también dibujos mexicanos del siglo XVI que muestran hongos consumidos por nativos.
Actualmente, la gastronomía nacional fomenta el consumo de hongos, es común encontrarlos en los mercados populares y en los supermercados, los chefs divulgan recetas para su consumo en tallarines, cebiche, a la parrilla, en guisados de carne, saltado, tortillas, entre otros.
Existen gran cantidad de especies de hongos o setas en el mundo sin embargo sólo un grupo reducido son comestibles, algunas especies se colectan en estado silvestre mientras que otras se cultivas para consumo humano, como es el caso de las especies que fomenta el Proyecto Chavimochic.
Incentivar a la población trujillana en el consumo de hongos comestibles por su valor nutricional y medicinal, es uno de los objetivos del programa emprendido por el Proyecto Especial CHAVIMOCHIC.
Fotos:
1.- Pleurotus ostreatus “Champiñon ostra”, hongo comestible. Logrado en broza de esparrago y coronta de maíz.
2.- Preparación de Hongo “Champiñón ostra” Pleurotus ostreatus.
3.- Limpieza y selección
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