jueves, 31 de marzo de 2011

PROFESIONALES EN MÚSICA

Por: Alfredo Estrada Zavaleta
set_aez@yahoo.es

Con dispositivos legales como de Resolución Suprema Nº l082 del 9 de mayo de l,908 de José Pardo y Barrera, creando la Academia Publica de Música gratuita y el Decreto Supremo del 20 de marzo de l,946, expedido por José Luis Bustamante y Rivero, tras la gestión de Carlos Sánchez Málaga (nacido el 8 de setiembre de l,904), a favor del Conservatorio Nacional y las Escuelas Regionales de Arequipa y Trujillo; se dio el consiguiente impulso al estudio formal de tal disciplina artística, según planes de enseñanza y aprendizaje y por ende la difusión del repertorio clásico y popular. Esta política de desarrollo educativo, favoreció la existencia de músicos de renombre y la investigación en modelos de la corriente indigenista y mundial contemporánea; logrando así la presencia de Orquestas Sinfónicas y la realización de espectáculos, que a la par se aprecian en las grabaciones de alta tecnología y se ofrecen en espacios de los medios públicos (tv, radio y la red).
Posteriormente en los sesenta, egresaron varias promociones de músicos y pedagogos con el respectivo Titulo, de dichos centros de formación artística; contribuyendo con sus conocimientos y talento, al objetivo de incentivar el aprendizaje de este arte y la organización de elencos corales e instrumentales. Parte de las décadas de los setenta y ochenta, significaron un serio revés al incorporarlas al INC; pues se las considero como instituciones de nivel tecnológico, con presupuestos mínimos y dependientes de la política imperante en los círculos burocráticos.
Con nuevos planes de estudio y las expectativas de los interesados, ante la demanda por seguir la carrera musical y la oferta de trabajo, ya en las dos últimas décadas; se fue consolidando nuevamente, el rol e importancia educativa de las Escuelas y Conservatorios, reflejada en el número de postulantes, alumnos regulares y titulados en sus dos áreas: Profesor (docencia) o Artista Profesional. Es indudable, que las acciones y procesos de selección y admisión anual, estuvieron a cargo del personal especializado y sustentados en la documentación pertinente; salvo los fallidos intentos de evaluación categórica - que en algunos años - aplicó el Ministerio en el ámbito pedagógico con pocos ingresantes, los cuales por condiciones administrativas les frustraron el propósito de estudiar música, aceptando seguir otra sin mayor alternativa.
En este devenir histórico musical peruano, superando el empirismo y la meridiana rutina de ciertos críticos; fue promulgada la Ley Nº29394, que concede el rango universitario a las Escuelas de Arte de Trujillo. En si un dispositivo legal, que beneficia y otorga ventajas a estas entidades en la realidad educativa actual, muy competitiva y que privilegia la formación de músicos por especialistas y no la limita al quehacer meramente de animar fiestas o improvisar en las sesiones de clase, en base a conceptos e ideas obsoletas. A la par, este hito nos permite, volver a organizar los procesos de admisión según reglas y parámetros especiales; que serán muy oportunos apreciar en la existencia de alumnos con condiciones y habilidades exigidos para este campo.
Un aspecto que durante la última semana de marzo, se ha evaluado en los niveles FAS (Licenciados), y Preparatorias; corrigiendo algunos detalles en su aplicación. A su vez, la progresiva autonomía económica, convendrá a incrementar el equipamiento institucional y plasmar en si nuevos proyectos que los docentes de avanzada, sugieren a favor de sus alumnos y la comunidad en general; teniendo en cuenta las iniciativas y los medios de la tecnología del siglo XXI.

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