
Demora en citas y exámenes retrasa a pacientes que requieren donante. No hay un sistema que centralice listas de espera de hospitales del país
Foto: Esperanza. Orfelina (17) y su familia esperan encontrar a un donante de riñón. Ella quiere estudiar computación y volver a jugar vóley. (Foto: Dante Piaggio)
(El Comercio).- Ambos se apellidan Espinoza y saben lo que significa esperar un donante de órganos en el Perú: mucha paciencia. Pese a tener el mismo apellido, no son parientes y sus vidas han seguido caminos antagónicos. Mientras Orfelinda (17) espera, desde hace dos años, un donante de riñón, don Luis (67) fue el primer trasplantado de hígado en el país.
ORFELINDA ESPINOZA
Cuando tenía 11 años, a Orfelinda le detectaron insuficiencia renal. Hoy no tiene ninguno de sus riñones y deben hacerle una diálisis cada seis horas por un catéter colocado en su abdomen.
Entrar a la lista de espera del hospital Guillermo Almenara de Essalud fue toda una odisea, pues debían realizarle una evaluación integral.
“Hacerle todos los exámenes demoró más de un año. Hemos visto cuatro riñones que pudieron ser para ella, pero sin los resultados no la consideran apta”, explica su padre, Néstor, en su vivienda en San Juan de Lurigancho.
En Essalud, institución que lleva a cabo el 90% de trasplantes del país, el paciente saca citas para un mes después y los resultados de un examen pueden tardar aun más.
Según Carlos Carvallo, jefe del Programa Nacional de Donación de Órganos de Essalud, los pacientes que necesitan un trasplante no reciben un trato diferente pese a que deben someterse a exámenes en todas las especialidades. “Son demasiados pacientes y entre cita y cita se demoran bastante en entrar en la lista de espera”, afirma.
Al respecto, Juan Almeyda, presidente de la Organización Nacional de Donación y Trasplante (ONDT) del Ministerio de Salud (Minsa), refirió que se ha pedido a los hospitales que aceleren el ingreso de pacientes en las listas para no perder a ninguno de los pocos donantes que aparecen. “En promedio solo el 20% de los que necesitan un trasplante ingresa”, reveló.
Las cifras dan cuenta de la dura realidad. Por ejemplo, hay 4.000 personas que necesitan un trasplante de riñón, pero solo 117 (2,92%)figuran en lista de espera actualmente. Según Almeyda, debería haber al menos 500.
‘TARJETAZO’ DE ÓRGANOS
¿Y qué pasa cuando hay la buena suerte de encontrar un donante? ¿Dónde están las listas de espera?
Increíblemente, esta no es una pregunta fácil de responder para la ONDT, entidad que centraliza las listas de todos los hospitales del Minsa, Essalud, Fuerzas Armadas, institutos y clínicas.
“Se tendría que preparar la información, pues todo se maneja manualmente. Pronto lanzaremos un sistema automático para que cada hospital cuelgue sus listas”, explica Almeyda.
Este rústico sistema ha permitido el llamado tarjetazo. Estas prácticas bajo la mesa fueron reconocidas por el propio presidente de Essalud, Félix Ortega.
“Siempre ha habido recomendados. El más recomendado se ponía el riñón antes. Hay criterios de laboratorio, de historia clínica, de tiempo de espera que dicen tú estás primero”, afirma.
Sumado a esto, las instituciones manejan cifras diferentes. Por ejemplo, la ONDT informó que hay 117 pacientes en lista de espera de riñón, pero Essalud dice que son 120.
DON LUIS ESPINOZA
A 35 km de la casa de Orfelina, encontramos al primer trasplantado de hígado en el Perú: don Luis Espinoza, en el Callao.
Hace 11 años, cuando le detectaron una cirrosis alcohólica, le pronosticaron tres meses de vida.
“A los 14 años comencé con el trago, pero luego de mi operación le prometí a la Virgen que ni una gota más”, comenta Espinoza, quien hoy, por casualidades de la vida, administra una licorería.
Habían transcurrido dos meses y medio cuando, como de milagro, apareció una donante.
Un héroe anónimo que le salvó la vida. “A las 7 p.m. me avisaron y me fui corriendo al Almenara. Sé que mi donante era una mujer de 40 años. Ella me rejuveneció”, recuerda agradecido.
Lamentablemente, el escaso número de donantes o la oposición de la familia dificulta que una historia así se repita.
Por ejemplo, en lo que va del 2011, hubo 69 donantes potenciales por muerte cerebral, pero solo 20 pudieron salvar una vida, debido a la oposición de la familia. Usted podría cambiar la historia firmando un acta de consentimiento del Minsa.
CLAVES
Las clínicas privadas son una opción
Según Carlos Carvallo de Essalud, se evalúa contratar a clínicas que, en solo un mes, hagan todos los exámenes a los pacientes que necesitan trasplante e ingresen más rápido en la lista de espera.
88 trasplantes
El último trasplantado de hígado fue Jhaxell Vásquez (3), quien tuvo como donante a su padre, un donante vivo. Con él ya son 88 trasplantados.
Foto: Esperanza. Orfelina (17) y su familia esperan encontrar a un donante de riñón. Ella quiere estudiar computación y volver a jugar vóley. (Foto: Dante Piaggio)
(El Comercio).- Ambos se apellidan Espinoza y saben lo que significa esperar un donante de órganos en el Perú: mucha paciencia. Pese a tener el mismo apellido, no son parientes y sus vidas han seguido caminos antagónicos. Mientras Orfelinda (17) espera, desde hace dos años, un donante de riñón, don Luis (67) fue el primer trasplantado de hígado en el país.
ORFELINDA ESPINOZA
Cuando tenía 11 años, a Orfelinda le detectaron insuficiencia renal. Hoy no tiene ninguno de sus riñones y deben hacerle una diálisis cada seis horas por un catéter colocado en su abdomen.
Entrar a la lista de espera del hospital Guillermo Almenara de Essalud fue toda una odisea, pues debían realizarle una evaluación integral.
“Hacerle todos los exámenes demoró más de un año. Hemos visto cuatro riñones que pudieron ser para ella, pero sin los resultados no la consideran apta”, explica su padre, Néstor, en su vivienda en San Juan de Lurigancho.
En Essalud, institución que lleva a cabo el 90% de trasplantes del país, el paciente saca citas para un mes después y los resultados de un examen pueden tardar aun más.
Según Carlos Carvallo, jefe del Programa Nacional de Donación de Órganos de Essalud, los pacientes que necesitan un trasplante no reciben un trato diferente pese a que deben someterse a exámenes en todas las especialidades. “Son demasiados pacientes y entre cita y cita se demoran bastante en entrar en la lista de espera”, afirma.
Al respecto, Juan Almeyda, presidente de la Organización Nacional de Donación y Trasplante (ONDT) del Ministerio de Salud (Minsa), refirió que se ha pedido a los hospitales que aceleren el ingreso de pacientes en las listas para no perder a ninguno de los pocos donantes que aparecen. “En promedio solo el 20% de los que necesitan un trasplante ingresa”, reveló.
Las cifras dan cuenta de la dura realidad. Por ejemplo, hay 4.000 personas que necesitan un trasplante de riñón, pero solo 117 (2,92%)figuran en lista de espera actualmente. Según Almeyda, debería haber al menos 500.
‘TARJETAZO’ DE ÓRGANOS
¿Y qué pasa cuando hay la buena suerte de encontrar un donante? ¿Dónde están las listas de espera?
Increíblemente, esta no es una pregunta fácil de responder para la ONDT, entidad que centraliza las listas de todos los hospitales del Minsa, Essalud, Fuerzas Armadas, institutos y clínicas.
“Se tendría que preparar la información, pues todo se maneja manualmente. Pronto lanzaremos un sistema automático para que cada hospital cuelgue sus listas”, explica Almeyda.
Este rústico sistema ha permitido el llamado tarjetazo. Estas prácticas bajo la mesa fueron reconocidas por el propio presidente de Essalud, Félix Ortega.
“Siempre ha habido recomendados. El más recomendado se ponía el riñón antes. Hay criterios de laboratorio, de historia clínica, de tiempo de espera que dicen tú estás primero”, afirma.
Sumado a esto, las instituciones manejan cifras diferentes. Por ejemplo, la ONDT informó que hay 117 pacientes en lista de espera de riñón, pero Essalud dice que son 120.
DON LUIS ESPINOZA
A 35 km de la casa de Orfelina, encontramos al primer trasplantado de hígado en el Perú: don Luis Espinoza, en el Callao.
Hace 11 años, cuando le detectaron una cirrosis alcohólica, le pronosticaron tres meses de vida.
“A los 14 años comencé con el trago, pero luego de mi operación le prometí a la Virgen que ni una gota más”, comenta Espinoza, quien hoy, por casualidades de la vida, administra una licorería.
Habían transcurrido dos meses y medio cuando, como de milagro, apareció una donante.
Un héroe anónimo que le salvó la vida. “A las 7 p.m. me avisaron y me fui corriendo al Almenara. Sé que mi donante era una mujer de 40 años. Ella me rejuveneció”, recuerda agradecido.
Lamentablemente, el escaso número de donantes o la oposición de la familia dificulta que una historia así se repita.
Por ejemplo, en lo que va del 2011, hubo 69 donantes potenciales por muerte cerebral, pero solo 20 pudieron salvar una vida, debido a la oposición de la familia. Usted podría cambiar la historia firmando un acta de consentimiento del Minsa.
CLAVES
Las clínicas privadas son una opción
Según Carlos Carvallo de Essalud, se evalúa contratar a clínicas que, en solo un mes, hagan todos los exámenes a los pacientes que necesitan trasplante e ingresen más rápido en la lista de espera.
88 trasplantes
El último trasplantado de hígado fue Jhaxell Vásquez (3), quien tuvo como donante a su padre, un donante vivo. Con él ya son 88 trasplantados.
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