Trujillo, La Libertad.- Un merecido homenaje recibieron más de 300 agentes de la Gerencia de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, con ocasión de conmemorarse el domingo el Día del Padre.
Fue hoy sábado 18, desde las siete de la mañana, cuando los uniformados habían llegado para formar y recibir las instrucciones de jefes y supervisores, tal como lo hacen diariamente, en el cuartel general de la referida dependencia edil, ubicada en barrio Chicago.
Tras reponerse de la sorpresa, pues no esperaban esta atención especial por su día, César Campaña Aleman, titular de la Gerencia de Seguridad Ciudadana del gobierno local edil, expresó su saludo y felicitación a cada uno de los agentes, de manera especial a los que son progenitores, destacando en ellos la figura del padre y reconociendo la trascendente labor que desempeñan dentro del hogar.
Hemos querido hacer este homenaje a primera hora, cuando la ciudad todavía muestra alguna tranquilidad, para no interrumpir la labor que ustedes realizan a favor de nuestra sociedad, explicó el funcionario municipal, quien estuvo acompañado de César Alcántara Gastañadui, subgerente de Seguridad Ciudadana de la MPT.
Tras escuchar una reseña sobre la instauración de esta fecha especial, a cargo de Flor Nolasco Pérez, responsable del área de capacitación de Seguridad Ciudadana, algunos agentes ediles con condiciones para el arte, interpretaron temas bailables de moda, animando a salir a la pista de baile a jefes, supervisores y agentes.
La actividad solo duró una hora, pero fue suficiente para que los agentes agasajados mostraron su alegría y satisfacción por este gesto, por parte de sus superiores y el personal administrativo.
Ellos, además de palabras de reconocimiento a su labor, canciones y bailes, también recibieron regalos proporcionados por sus compañeros de labores, hombres y mujeres, y disfrutaron de un reconfortante desayuno servido por la Unidad de Asistentado Social de Seguridad Ciudadana.
Terminada la actividad, agentes, supervisores y jefes enrumbaron raudamente a sus puestos de trabajo a cumplir con sus funciones, muchos de ellos a pie y otros en bicicletas, motocicletas y en camionetas, pues la ciudad requería de sus servicios.
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