viernes, 24 de febrero de 2012

Signos y banderas de Garrido Malaver

(Por: Bethoven Medina Sánchez)

El Frente de Escritores de La Libertad, presentó en enero pasado, los libros de poesía “De los signos” y “Escudos para mis banderas”, de Julio Garrido Malaver , tras más de diez años de haber fallecido el autor. Estos libros fueron editados recientemente gracias al apoyo del Gobierno Regional de Cajamarca con su Past Presidente Jesús Coronel Salirrrosas y su Consejero Regional Luzman Salas.

En el libro “De los signos” se nota un acendrado humanismo, que ubica en la cima de la escala axiológica el sentimiento del amor, especialmente de la madre. Esta obra es una exaltación a la vida, como “la única eternidad posible” que niega la existencia de la muerte para vivir por siempre iluminados, ha escrito en el prólogo el Dr. Luzman Salas. Este texto, fue presentado por el docente universitario Hugo Aldave Herrera.

Fue emocionante cuando el docente universitario Aldave expreso que “sé de JGM, desde mi infancia, por testimonio de mi madre, era habitual en los primeros años alimentarnos de carne, leche y poesía. Mi madre era reportera del Diario Norte, del que Don Julio era su Director, y al comentarle de la emoción que sentía por la poesía cada vez que la escuchaba en un programa radial, generosamente dejó en casa un poemario con el nombre de Alcancía, trabajo repujado en cuero cuando el poeta era privado de libertad por la dictadura”.

Luego, en el análisis del mensaje del libro “De los Signos”, expresó que “Don Julio nos coge de la mano para ingresar en su interior e ir mostrándonos con paciencia y heroicidad sus signos que en nosotros se hacen huellas, ecos, y estigmas. “En la primera página está impreso la palabra Dios, y en la segunda la palabra Amor escrita, iluminada, por la ternura de mi madre”. Para Hugo Aldave, JGM ratifica su vecindad con la filosofía esencial para preguntarse ¿Por qué nació para ser hombre? y que estremece pensar cuando el poeta se inquieta al formular ¿Importa algo saber o no saber cuál será el final de nuestro último camino?

Continuó Aldave Herrera: “al analizar otro signo, Don Julio se pregunta sobre “¿El valor de la ciencia? ¿Podrá el poder de la ciencia ser lo suficientemente capaz de conquistar la eterna inmunidad de nuestra especie? La vida -dice el poeta- nos reclama mucho más que el estentóreo grito de protesta, más que la decisión de pasar por encima de toda oposición de las resistencias y negaciones. Más que derrotar o someter a la fuerza, a la violencia y al crimen, tenemos que pensar en todo cuanto le debemos a la vida, tenemos que saber que nuestra deuda la constituyen los proyectos que les debemos a todos los futuros”.

En cuanto al libro “Escudos para mis banderas” consideramos que JGM ratifica los ejes constantes de su poética, y que, por su honda reflexión, establece interrelaciones con la filosofía. Se advierte un viaje introspectivo desde su infancia hasta la plenitud de su existencia. La poesía de JGM es esencialmente humana, por cuanto sale de la profundidad del Ser y regresa al espíritu. Su vida entramada en la agenda cotidiana del hombre, conjuntamente con la reflexión filosófica, le dan la fuente de expresión por la vida natural que llevó; tal como he escrito en el prólogo.

Este último libro fue presentado por el joven poeta Luis Cabrera Vigo, quien recordó que “Don Julio era un hombre hecho de calma, pero se sentía también su fuerza interior”, y que por eso, su poesía será el “canto a la vida”. En “Escudos para mis banderas” se descubre la expresión sentida de filosofa ante la vida y los roles humanos. Resaltó Cabrera que estos poemas fueron escritos cuando el autor tenía 82 años, es decir al año siguiente que él lo conoció, guiado por su padre quien también admiraba al poeta de “La dimensión de la piedra”.

El citado libro lleva una nota de Juan Paredes Carbonell, quien considera que “hombres como Antenor Orrego y Julio Garrido Malaver han sido las señales guías de una juventud que se soliviantó contra la opresión y la infamia política de quienes hollaron la libertad del pueblo”.

A este acto cultural asistieron escritores locales y público en general, asimismo, se contó con la participación musical de María Esther Pérez; y finalmente, a nombre de la Comunidad Cultural JGM agradeció el presidente Ms. Ing. Julio Garrido López, a los editores, presentadores y asistentes, anunciando que seguirán difundiendo la obra póstuma de su padre.

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