
Dr. Salomón Lerner, señor Víctor Caballero, Director Académico de la Universidad Privada del Norte, Señores panelistas, representantes de la comunidad universitaria y académica de Trujillo, colegas, alumnos, amigos todos:
“Violento: que está fuera de su estado natural. // Que obra con ímpetu y fuerza. // Aplicase a lo que uno hace contra su gusto. // Dícese de la muerte que se da a uno con hierro, veneno u otra cosa. // Dícese de genio arrebatado e impetuoso. // Que se hace contra el modo regular.” Esta es la definición dada por el diccionario Espasa-Calpe del año 1956. Y se mantiene vigente e incrementada en una sociedad global con graves problemas de anomia política y social, debido a una serie de circunstancias dadas en los últimos tiempos. Sin embargo, la violencia no es una acción humana reciente;esta ha acompañado al hombre desde que existe como especie. La historia (y suponemos la prehistoria también) ha sido un amplio muestrario de las diversas manifestaciones violentas que incluso han cambiado el curso de la misma: guerras, revoluciones, alzamientos, grupos guerrilleros o terroristas; también debemos contar con crímenes pasionales, venganzas, actos de rapiña o por hambruna. Miles han sido los móviles que han hecho de la humanidad un conjunto de criaturas que predican la paz y hacen la guerra. Su inteligencia le ha permitido, lastimosamente, crear constructos mentales (como el racismo) como físicos (las armas) para hacer esta violencia más sofisticada, selectiva y efectiva. Como la producción en serie. Los últimos cien años de historia nos han permitido ver esa capacidad de poder generar toda una maquinaria destructiva para eliminar o someter al otro. Los nazis no son el único ejemplo, pero se los toma como paradigma.
Pero la violencia se ve en todos los niveles de nuestra sociedad. Algunos lucran con ella, no sólo los vendedores de armas, sino los creadores de videojuegos, juguetes o propietarios de medios de comunicación. Una primera plana de prensa amarilla vende mucho más que una revista de corte cultural o científico. “Lo que le gusta a la gente” es el eslogan. En esta situación esquizofrénica, contradictoria en la que crecen los niños, es usual mostrarse como una persona buena, asiduo a los servicios religiosos y ser un buen ciudadano, pero, a la vez, ser corruptor de ciudadanos, ejercer maltrato a los miembros de su familia y aborrecer a los pobres y a las personas contrarias a sus intereses o ideas. Eso, trasladado a un ámbito social, se acentúa mucho más cuando la sociedad deteriora sus mecanismos persuasivos para hacer del espacio en que uno vive un lugar seguro y adecuado para convivir. En los últimos años, la corrupción de los restos del Estado ha hecho desbordar el control que tenía sobre la sociedad, gracias a una serie de razones (narcotráfico, delincuencia juvenil, intereses políticos, desarticulaciones caprichosas). El Estado ha desaparecido como tal en muchos países por haber confiado en demasía en el mercado como el gran regulador social y nos hemos convertidos en guetos poco integrados. Trujillo es un ejemplo palpable de este aislamiento, cuando vecindarios enteros cierran sus calles para convertirse en lugares enclaustrados.
La presente conferencia magistral que dictará el Dr. Salomón Lerner está circunscrita a un intenso programa que enfoca la violencia en nuestra sociedad, un programa que incluye la lectura de obras literarias, ciclo de cine, ciclo de conferencias académicas e, incluso, un proyecto de investigación que trabaja nuestro Dpto. con la Secretaría Nacional de la Juventud del Ministerio de Educación para la primera propuesta sistemática sobre la génesis de la violencia juvenil en el Distrito de El Porvenir. Esta conferencia abordará uno de los periodos más sombríos de la historia peruana contemporánea, periodo que no ha querido ser reconocido en los textos de historia, y que demandará de la sociedad en su conjunto y a cada uno de nosotros como integrantes de dicha sociedad el reconocimiento de los errores cometidos y nuestra capacidad para poder, a través del reconocimiento y comprensión, construir los cimientos de una sociedad más justa que respete los derechos de los peruanos y peruanas sin excepción; que aquellos ciudadanos que fueron injustamente marginados y olvidados se integren a la sociedad con una serie de derechos básicos satisfechos como una educación de calidad, un sistema de salud básico y bueno, un trabajo digno y con un salario justo; una sociedad en la quenos respetemos por las culturas diversas y por las opciones de cada minoría que conforman esta amplia y rica amalgama social que es la peruana.
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