La primera semana de la conferencia mundial sobre cambio climático (COP 20) empezó con buen pie, ya se notan los primeros avances pero también algunos estancamientos en cuanto a las negociaciones para la elaboración del borrador del acuerdo que se firmará el 2015 en París.
En diálogo con la sociedad civil, los representantes de la delegación peruana en esta cumbre informaron que aún no se sabe lo que finalmente se acordará, pese a lo cual “no hemos perdido el entusiasmo, la perseverancia y optimismo”.
Los voceros informaron que hasta ahora no se han reportado problemas en cuanto a la organización del evento, y resaltaron el importante papel que juega el ministro del Ambiente y actual presidente de la COP 20, Manuel Pulgar-Vidal, en el proceso.
Los delegados también señalaron que los países están entrando en diálogo y hay un ambiente de retroalimentación. En esta primera semana, explicaron, “se están resolviendo el mayor número de asuntos de carácter técnico para reducir el ámbito de aquello que tiene que ser trasladado a los ministros que tomarán las decisiones políticas”.
En esta etapa ponen sobre la mesa los ofrecimientos, concretizan con expresiones claras sus propuestas o compromisos y expresan la voluntad de cumplir lo acordado.
“Nuestro cuadro básico de objetivos es tener aquí el borrador más ambicioso y más claro posible que marque el rumbo hacia el acuerdo de París. Que sea el fundamento y la base que nos asegure el próximo año un proceso negociador muy intenso”, señaló Jorge Voto Bernales, del grupo de negociaciones por Perú.
Bernales también indicó que “ha quedado pendiente en Lima cuál va a ser el tipo de información que deben proveer los países el próximo año en sus contribuciones determinadas nacionalmente”.
“Para que tengan significado esas contribuciones, se acordó que los países entregarían lo que se comprometieron el año pasado en Varsovia. Es necesario que existan criterios para que no haya una enorme dispersión de información que se va a dar, para que tengan un significado, para que puedan ser medibles, para que puedan establecerse en qué medida estamos más lejos o más cerca de ir hacia esa trayectoria que nos puede llevar a controlar la temperatura hacia el 2100”, concluyó.
Fuente: Diario Gestión
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