Ingreso a las universidades en el año 2025

Por León Trahtemberg

Me encuentro con padres de familia de educación inicial que me preguntan si al terminar la secundaria sus hijos estarán preparados para ingresar a la universidad. Les pregunto ¿a qué preparación te refieres? Me contestan, que sepan suficiente matemáticas y tengan los conocimientos acumulados que se estudian en la actual secundaria.  

 Resulta llamativo que los padres piensen que los requisitos para la universidad de hoy se mantendrán inalterables hasta el año 2025, pese a las evidencias de los giros que va dando la educación mundial por los descubrimientos de la neurociencia, psicopedagogía y  enormes avances de la tecnología y biotecnología que están impactando la educación básica y superior.  Al 2025 los jóvenes interactuarán con hologramas, avatares y robots,  software inteligente, las aulas serán acuarios virtuales con paredes cambiantes de contenido en función del tema que estén estudiando, simulando estar en el espacio, en el fondo del mar, en un museo o taller. Por el lado de la neurociencia, que aún está en  pañales, habrá todo tipo de interfaces y chips que adheridos o implantados en el cuerpo humano estimularán el cerebro y sustituirán capacidades humanas que actualmente hay que aprender de modo tradicional. 

Un mundo universitario globalizado en el que las carreras que estarán vigentes aún no existen hoy; desaparecerá la exigencia de carreras presenciales de 5 años con 10 semestres de duración; habrá opciones de estudios online construidos a partir de catálogos de cursos ofrecidos por todas las universidades del mundo que permitirán armar  menús personales para cada estudiante, con acreditaciones de cursos y carreras de dondequiera que uno las haya estudiado, en un contexto de educación continua que realmente durará por toda la vida. Habrá más y más empresas que ofrecerán una educación superior de alto nivel a nombre de la empresa, sin requerir haber pasado por una universidad (como por ejemplo las actuales certificaciones que dan Microsoft y otras empresas de software o mecánica automotriz) 

¿Tiene sentido seguir aspirando que los colegios formen a los niños con los mismos  parámetros tradicionales de hace 20 o 30 años, como ocurre frecuentemente hoy en día? ¿O es hora de imaginar otro tipo de formación escolar que dará la formación y ventajas para ese mundo por venir?