Por Nuriem De Armas
Los universitarios cubanos cultivan las raíces culturales nacionales, llevan sus conocimientos a las comunidades y los aplican durante la formación académica como parte de la extensión universitaria.
En un recorrido por varias sedes universitarias de la isla se divisa la preparación de los futuros profesionales, los cuales contribuyen a que sean poseedores de una cultura general y competencias para transformar la realidad.
En Camagüey, provincia oriental, distante a 533 kilómetros de La Habana, los estudiantes de la Universidad Ignacio Agramante sobresalen por su participación en las artes y su contribución al desarrollo sociocultural de la comunidad universitaria y de su entorno.
Con amplio reconocimiento internacional el Conjunto Artístico Maraguán es uno de los que realzan la labor de los estudiantes aficionados en la danza y el canto, cuyas actuaciones han llegado a la mayoría de los países de Europa, Colombia, Dubai y Argelia, entre otros, señaló su director artístico, César Morales.
En la actualidad este grupo es referencia nacional dentro del trabajo de los jóvenes por su calidad, explicó y destacó la colaboración de Silvina Fabars, primera bailarina del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba y Premio Nacional de Danza 2014.
La casa de altos estudios de Sancti Spíritus, única del país que lleva el nombre del héroe nacional José Martí, también sobresale por la labor de los alumnos para divulgar el pensamiento martiano, a través de las manifestaciones artísticas que llevan a las principales avenidas de la ciudad y a las comunidades más intrincadas.
Es tarea de los educandos también mantener vivas tradiciones musicales como el canto coral y la trova cubana, así como desarrollar las actividades deportivas en los barrios, esto último considerado de alto impacto social por los estudiantes de la carrera de Cultura Física de ese centro docente.
A elevar la calidad de estos eventos que forman parte de la vida universitaria ha contribuido enormemente el proceso de integración que de forma paulatina sucede en la educación superior de Cuba, afirmó la rectora Nimia Trujillo.
Explicó que con la integración todos los universitarios pertenecen a una sola institución, y aún cuando las infraestructuras siguen dispersas y en ocasiones distantes entre sí, la nueva forma de organización posibilita que las actividades de extensión universitaria estén bien estructuradas y con un enfoque de formación adecuado.
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