martes, 28 de abril de 2015

Bajo tierra

En muchos sentidos, la casa de tres habitaciones de Bernadette Roberts es como cualquier otra. "Salón, comedor, cocina, con todas las comodidades modernas. Es como una casa normal".
Solo que no lo es: Roberts vive bajo tierra. Es residente de Coober Pedy, un pequeño pueblo 846 kilómetros al norte de Adelaida, en el sur de Australia.
El pueblo es conocido por dos cosas: sus minas de ópalo y sus "búnkeres", casas subterráneas excavadas en la roca, que albergan al 80% de la población del pueblo.
Coober Pedy es un lugar inhóspito, donde las temperaturas pueden alcanzar los 50 grados centígrados.
Hace un siglo los mineros se dieron cuenta de que era mucho más fresco vivir bajo tierra, y los residentes han vivido así desde entonces.
Roberts dice que "un buen día", cuando las temperaturas fuera oscilan entre los 30 y los 40 grados, la temperatura en su casa está en 23 o 25 grados.
"Es como entrar en una habitación con aire acondicionado", dice.
Con dos tercios de la población mundial viviendo en ciudades en 2050, se espera que el terreno urbano se convierta en un recurso cada vez más limitado
Fuente: BBC

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