miércoles, 24 de junio de 2015

Bienal de La Habana conecta arte, ciudad y habitantes

Por Martha Sánchez Martínez
La XII Bienal de la Habana concluye hoy tras haber cumplido con su objetivo básico de vincular la creación artística a lugares públicos de esta ciudad y a sus habitantes. (PLRadio)
Por invitación del evento, artistas de más de 40 países dieron riendas sueltas a su creatividad y modificaron con arte espacios urbanos de la capital cubana del 22 de mayo al 22 de junio.
Como de costumbre, la Bienal puso a dialogar a creadores de diversas regiones y, según su director, Jorge Fernández, casi mil artistas revolucionaron espacios públicos y galerías, propiciaron la interacción del público con el arte contemporáneo y concedieron gran importancia al trabajo comunitario.
A juicio del también director del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, este fue un mes en el que el arte contemporáneo inundó las plazas y avenidas de la capital.
El evento no tuvo sede precisa, pues transcurrió simultáneamente en muchos sitios de La Habana para que los artífices crearan en función del contexto urbano.
Según Fernández, fue una Bienal expandida, polisémica, defensora del sentido de horizontalidad, y que no sólo se quedó en los grandes públicos pues llegó, además, a grupos e individuos relacionados con lugares puntuales.
La idea de convertir a la ciudad durante todo un mes en la galería más amplia del mundo constituyó una apuesta por lo social, por mejorar el entorno de múltiples barrios y hasta la vida de sus habitantes, así ocurrió en Casablanca donde se recuperaron instituciones como la casa de cultura y una sala de cine.
Varios artistas enfocaron sus obras en los procesos creativos para mostrar las diferencias entre la idea y la experiencia, otro objetivo de la Bienal.
Como la colaboración marca los procesos de trabajo en el arte del siglo XXI, la presente cita involucró a científicos, músicos, arquitectos, bailarines, diseñadores, fotógrafos, cineastas, profesionales de diversas especialidades en cientos de proyectos compartidos.
La muestra colateral de la XII edición incluyó expresiones como la danza, la música, el teatro, el cine y la literatura, a partir de la riqueza semántica que aporta cada una y al mismo tiempo las relaciones posibles entre ellas.
Simultáneamente, la Bienal trató de conectar diversas zonas del saber y propició talleres de curaduría y encuentros para reflexionar sobre arquitectura, urbanidad y otros tópicos.
Cines, parques, plazas, museos, librerías, parqueos, edificios comunes, esquinas de múltiples calles, acogieron por estos días estructuras de disímiles tamaños en correspondencia con la intención de fomentar un diálogo entre arte y hábitat.
La más famosa avenida del litoral norte de la capital, Malecón, sirvió de escenario a más de 50 proyectos y algunas obras quedarán para siempre en la ciudad como regalo de sus artistas, una de ellas será Primavera, escultura de acero de ocho metros de altura, donada por el autor, Rafaél San Juán.
La mayor exposición de arte cubano contemporáneo en el evento y en la historia del país, Zona Franca, radicó en el complejo cultural Morro-Cabaña y por el goce estético, al igual que el proyecto Detrás del muro, en Malecón, muchos lo compararon con una fiesta visual.
Tal vez, lo más atractivo de la XII Bienal La Habana fue la posibilidad de generar un diálogo con los públicos. En ese sentido, cosechó tremendo éxito.

0 comentarios: