Paul Bromberg, ex alcalde de Bogotá, en charla magistral explicó el proceso de transformación de la ciudad colombiana y dejó sus impresiones de Trujillo, durante su presentación en la 4 Feria del Libro de Trujillo.
Detalló que en Bogotá la clasificación de los niveles económicos de la población se mide de acuerdo a la calidad de la fachada de su vivienda y el entorno donde se ubica.
Mostró imágenes de las construcciones ilegales y expuso la problemática de transporte urbano que se encontró al inicio de su gestión.
Bromberg hizo énfasis en el escepticismo generalizado en que se encontraba la población “que lo haga el Estado”, es decir nadie hace nada esperando que alguien lo haga. Por consiguiente surgió el problema de que no pagaban impuestos.
En su gestión tuvieron que lidiar con este sentimiento que “paraliza a la sociedad” y lograr que acepten la “transacción” de pagar los impuestos y recibir un servicio de calidad.
Se creo el servicio de Transmilenio, un sistema de buses que permitió ordenar la ciudad aunque con un costo del 10% más de lo anterior pero al notar la calidad, el público lo acogió.
Promovieron una agresiva campaña de “Cultura ciudadana”, es decir, motivados por el deseo de reconocimiento por la sociedad y la “vigilancia ciudadana” que ejerce cada uno frente a los vecinos, quienes sacaban “tarjeta roja” frente a una inconducta de otro ciudadano.
Generaron una serie de concursos y reconocimientos a las buenas prácticas, lo que generó una sensación en la población de que “vale la pena” cumplir y ser parte del cambio. Se construyeron espacios de recreación y eventos en estos espacios públicos, así se consiguió que los vecinos se “apropien de la ciudad y disfruten de ella”.
Toda esta revolución se gestó en solo tres años y con una inversión de 25 millones de dólares.
El expositor manifestó que tenía información de que en Trujillo solo el 10% del presupuesto era para inversión, a lo que dijo “Cuidado en Trujillo” y refirió que no puede ser una exigencia de la población, un gobierno para tapar huecos.
Bromberg refirió que percibe en Trujillo un “escepticismo generalizado” e instó a las autoridades a comenzar por lo más fácil, generar un amplio consenso y buscar el compromiso del sector público y privado para generar el cambio.
Detalló que en Bogotá la clasificación de los niveles económicos de la población se mide de acuerdo a la calidad de la fachada de su vivienda y el entorno donde se ubica.
Mostró imágenes de las construcciones ilegales y expuso la problemática de transporte urbano que se encontró al inicio de su gestión.
Bromberg hizo énfasis en el escepticismo generalizado en que se encontraba la población “que lo haga el Estado”, es decir nadie hace nada esperando que alguien lo haga. Por consiguiente surgió el problema de que no pagaban impuestos.
En su gestión tuvieron que lidiar con este sentimiento que “paraliza a la sociedad” y lograr que acepten la “transacción” de pagar los impuestos y recibir un servicio de calidad.
Se creo el servicio de Transmilenio, un sistema de buses que permitió ordenar la ciudad aunque con un costo del 10% más de lo anterior pero al notar la calidad, el público lo acogió.
Promovieron una agresiva campaña de “Cultura ciudadana”, es decir, motivados por el deseo de reconocimiento por la sociedad y la “vigilancia ciudadana” que ejerce cada uno frente a los vecinos, quienes sacaban “tarjeta roja” frente a una inconducta de otro ciudadano.
Generaron una serie de concursos y reconocimientos a las buenas prácticas, lo que generó una sensación en la población de que “vale la pena” cumplir y ser parte del cambio. Se construyeron espacios de recreación y eventos en estos espacios públicos, así se consiguió que los vecinos se “apropien de la ciudad y disfruten de ella”.
Toda esta revolución se gestó en solo tres años y con una inversión de 25 millones de dólares.
El expositor manifestó que tenía información de que en Trujillo solo el 10% del presupuesto era para inversión, a lo que dijo “Cuidado en Trujillo” y refirió que no puede ser una exigencia de la población, un gobierno para tapar huecos.
Bromberg refirió que percibe en Trujillo un “escepticismo generalizado” e instó a las autoridades a comenzar por lo más fácil, generar un amplio consenso y buscar el compromiso del sector público y privado para generar el cambio.
0 comentarios:
Publicar un comentario