
La procesión se inició a las cuatro de la tarde, en medio de alabanzas, cantos, plegarias, donde se pudo apreciar las muestras de fe hacia la Madre de Dios en la advocación de la Inmaculada Virgen de la Puerta de la ciudad de Otuzco.
Como todos los años los conjuntos de gitanos, negritos y collas, danzaron con mucha devoción y fe en agradecimiento por las bendiciones recibidas.
La Virgen lucio un hermoso manto de color naranja, con una corona y alajas de puro oro.
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