jueves, 23 de septiembre de 2010

Aumentó inseguridad en las calles

Advertencia. urgen medidas de prevención en hogares y escuelas. Estudio de IDL revela que ahora hay más crímenes que en el 2005. Sin embargo, población no se protege. Entre el miedo y la delincuencia común

(La República).- Según el último estudio del Instituto de Defensa Legal (IDL), cuando Alan García ceda la posta nos dejará un país más inseguro que el que recibió en el 2005. Esa es la conclusión a la que llega el Informe Anual 2010 sobre Seguridad Ciudadana que dicha institución presentó anoche.
Y esto, a decir del investigador principal del documento, David Lovatón Palacios, no es solo una percepción, pues entre mayo del 2005 y junio del 2010 hubo un incremento de casi el 50% en victimización. “Antes, en el 2005, 4 de cada 10 encuestados dijo haber sido víctima de robo en la calle. Ahora, 6 de cada 10 son víctimas de robo, si es que gracias a Dios no es asesinado durante ese hecho”, señaló.

Hay más robos
Estas cifras –dijo– se refuerzan con los datos del Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público que indica que del 2008 al 2009 hubo un incremento del 20% en las denuncias por robo y lesiones graves. Lo mismo ocurre con los datos del Ministerio del Interior: hay más robos de vehículos.

Tal vez por eso la mayoría de los encuestados por IDL considera que Lima y el Callao son ciudades “poco seguras” (58%) y “nada seguras” (38%). ¿Por qué? Porque comparado con el año anterior consideran que los robos en las calles se han incrementado en un 61%, lo mismo que las agresiones de las pandillas juveniles (63%), secuestros (73%), robos a vehículos (60%) y robos a viviendas (58%); tan igual como los robos en las calles (arrebatos de carteras y celulares) (61%).

No se protegen
La causa de este incremento sería responsabilidad, dicen los encuestados, del desempleo y la falta de trabajo (53%), el consumo de drogas (47%) y la pobreza y las desigualdades sociales (43%); seguido del bajo nivel educativo (38%) y la poca dureza de las penas (26%).
Lo curioso es que, pese a que los encuestados viven atemorizados, un 43% no ha tomado ninguna medida para protegerse. Apenas un 28% contrató un vigilante en su cuadra y un 17% puso rejas.

Nuevos delitos
Ahora, este incremento de la inseguridad habría ascendido, dice Enrique Arias Aróstegui, coautor del informe, por la aparición de nuevos fenómenos delictivos como son los “marcas”, las mafias de construcción, la extorsión de pequeños empresarios y artistas, y los sicarios. “Son 4 delitos que hace 4 años existían, pero de manera mínima y ahora se han reforzado. Les dieron la oportunidad de actuar y de perfeccionarse en estos años”, sostuvo.
Pero ahora, a diferencia de hace cuatro años, el sujeto que comete este tipo de delitos, asegura, “ya no roba para comer, sino para tener mejores formas de vida”. “Roba para vivir bien, para poder vestirse mejor, con ropa de marca, para sus juergas, para celulares modernos”.
¿Cual es la solución? Ambos coinciden en que no basta con penas y mano dura, pues eso solo llevaría que tener delincuentes más preparados. Lo que se tiene que hacer es trabajar en prevención desde la escuelas. Saldría más barato que hacer cárceles.

La clave
exageración. La congresista y ex ministra del Interior Mercedes Cabanillas sostuvo que es exagerado decir que la inseguridad que se vive es el legado de García, pues en estos cuatro años sí se ha trabajado en seguridad ciudadana, a través de la asignación de presupuesto para equipar comisarías, patrullas y adquirir equipos. “Cuando se dice que no se hizo nada, es una exageración. Sí se ha hecho y se seguirá haciendo. Pero claro que aún falta mucho por hacer”.

Análisis
David Lovatón de IDL
“Alan nos deja una bomba de tiempo”
En su discurso a la nación, Alan García aseguró que no dejaba ninguna bomba de tiempo al próximo gobierno, pero sí deja una: la inseguridad ciudadana. Esto se debe a que en los 4 años de gobierno no tuvo ningún plan de seguridad y sólo trabajó con temas efectistas y cortoplazistas: Algunos de ellos fueron los patrulleros para la gente que retiraba fuertes sumas de los bancos, que los vigilantes porten armas o sacar a cuatro mil policías administrativos a las calles.
Si bien no estamos en México, si no se toman las medidas de inteligencia adecuadas, no se empodera a la Policía en su labor, nos vamos camino a serlo. Pero no basta con sacar a todos los efectivos a patrullar si no se supera la corrupción policial, y para ello se tiene que motivar al policía. Eso pasa por mejorar su bienestar, la sanidad policial y sus sueldos. Solo así recuperará su vocación para luchar contra la delincuencia.

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