lunes, 21 de noviembre de 2011

REVALORANDO A JULIO GARRIDO MALAVER

Por: Hugo Augencio González Aguilar
Miembro del CD la FUNDÉU BBVA, España

hugo_augencio@hotmail.com

Novelista, poeta y militante político. Sus poemarios iníciales son descriptivos. Inicia su carrera literaria en 1941 cuando ganó el primer premio con “Canto a la Primavera en Varios Momentos”. Antes ya había escrito “Vida de Pueblo” (1940). Con Dimensión de la Piedra” (1955), alcanza la cima poética, como sostiene Alberto Escobar.
“La Dimensión de la Piedra” es una obra simbólica donde fusiona lo filosófico, lo social y lo amoroso. Los poemas no tienen título, además desobedecen las reglas ortográficas, escribe con mayúsculas: Vida, Hombre, Tiempo, Amada con la finalidad de dar más importancia a lo que quiere poetizar. Realiza, el poeta, un símil entre el hombre y la piedra. Se refiere al hombre como un ser imperfecto que no sabe de su origen ni de su fin. Además la imperfección se muestra en que este no tiene eternidad y su vida se esfuma y se va a la nada (posición existencialista); sin embargo el hombre sí se vale de la piedra para ser eterno ya que ha impreso algunas grafías sobre ella. El hombre se considera que es el ser más importante, y como consecuencia puede dominar el mundo de acuerdo a sus intereses. En cambio, la piedra es perfecta, porque tiene eternidad, no es fugaz; parece que es el inicio y el fin de todo.
La incertidumbre, la angustia acerca del origen y del fin del hombre se encuentran desde los primeros versos.
Monologo en la piedra, y digo, y digo
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Y me horada una duda en lo más hondo
lo mismo que una pena.
Y me sorprende una idea más antigua sobre el hombre
como un golpe de gracia
que se quiebra, quebrándome, en dos partes:
el origen y el fin, esto es, la nada.


Estas reflexiones sobrepasan lo meramente sensorial para poder encontrar el destino, el camino, el horizonte del hombre en el tiempo que es fugaz.

Y me salgo de mí
para buscarme en los escombros del Tiempo
que fenece sin poder ser el Tiempo.


El poeta para resaltar la fugacidad del tiempo lo escribe con mayúscula.
Por más que se trate de explicar el origen del hombre desde el punto de vista divino, aun así persistirán los problemas acerca de su origen y destino; es decir seguirá latente la incertidumbre.

Sé que la piedra es la confesión de Dios, aun detenida,
de lo que ha sido y es el hombre,
esperando asistir a lo que será el hombre.


El problema de la incertidumbre, según el poeta, es que nos hemos detenido a analizarnos superficialmente, hemos desarrollado solo los sentidos, solo a observar la forma, la parte externa.
No conocemos de la piedra
Sino lo que aprendemos con la carne y sus pobres sentidos;
nos falta que a la piedra lleguemos desde su sueño
y el diálogo con ella dictamine
la historia del hombre


El poeta nos da a entender que no somos capaces de comprendernos a nosotros mismos como humanos y que solo vivimos de superficialidades; por eso:

Nosotros nos quedamos cada, vez,
desabrazados de la Vida,
junto a la piedra o bajo la piedra.


Además la piedra ha servido al hombre desde que ha aparecido sobre la faz de la tierra. Por tanto tiene un valor histórico porque ha acompañado al hombre en su desarrollo social.

Cómo no ha de conocer la piedra
el origen del hombre,
……………………………………………………
Si el hombre hizo de ella su primera morada,
su amparo,
luego su cuna y su herramienta
para emprender la conquista del mundo?


En un segundo momento o segunda parte habla de América:
……………………………………………….
…donde el hombre se ha perdido en su sangre
donde nacen las aves heridas del amor del arco-iris,
……………………………………………………….
aquí en estas tierras de América, donde el corazón humano
duda, a veces, ser flor, pájaro, pozo, balido de oído
y fruto de aromático tiempo no advertido.


Entonces, habla del hombre americano que ha luchado para verse libre en el tiempo, tal vez lo sorprende con otras formas de sentir por los cambios constantes los que hacen crecer la incertidumbre en el hombre.
………………………………………..
Y el hombre, en lo que se afirma hoy se niega mañana,
solo para seguir siendo el hombre
que es fundamento mayor de toda imperfección.


Las reflexiones de este vate solo son comprobables con las de Lao Tse. La imperfección del hombre es que se cree el ser superior y único discriminando a los de su entorno, dejándose llevar por las sensaciones y la superficialidad del pensamiento.

Todavía estamos en la edad que no sabemos
Que a la altura se llega en lo profundo
Que ha de lograrse lo perfecto de la imperfección;
………………………………………………………….
por eso es que a la piedra no llegamos,
tan solo nos quedamos en su afuera.


Por eso pretende que América se desarrolle y crezca como la piedra.
En la piedra de América
está esculpiendo nuestra ansiedad de vuelo
quizá más que la imagen de nuestro mejor sueño
…………….………………………………………………………
y hasta la creadora y cósmica soledad de Dios…


El poeta lo asume como personal la congoja universal porque también está involucrado dentro de la sociedad:
A veces me golpean tan en hondo
Con golpes cuyas huellas me duelen
Hasta más allá de lo que yo he vivido;
Mi corazón, entonces, nudo de soledad.


En una tercera parte, trata acerca del amor perdido, al inicio, y termina encadenándose a un amor perpetuo como la duración de la piedra; pues el amor no debe ser fugaz; el amor de pareja y el social deben perdurar.

Cuando se viene el día sin traerme de ti, tu última sonrisa,
…………………………………………………………………………………………….
doy vueltas dentro de mí mismo y se me caen, de buscar,
las manos atadas a mi vieja manera de acariciarte


Se suma la esperanza, como anticipación, del final poético, de que el hombre vaya más allá de la piedra:
¡Alcancemos lo más allá de la piedra
y seamos hijos de la luz
en perenne retorno hacia la luz!


Plantea la iluminación, como sabiduría para entendernos y comprendernos y revalorar nuestro entorno ya que existimos con los demás seres y dejar de ser lo que el poeta sostiene:

El hombre,
Cuya mayor medida es todavía la ambición de ser poderoso
De la Tierra
Se adueña del esquema de la piedra
Y por más que de ella sustrae los metales de los que fabrica
El arma que se embriaga en sangre de inocentes y humildes.


Termina fusionando lo filosófico y social a lo amoroso; un amor compartido, después de tanta incertidumbre acerca del destino del hombre y sus ambiciones terrenales:

Tú y yo juntos para siempre nos estamos yendo
en el fluido camino,
que es y no es el río que nos llevó aquel día
después que descubrimos que tu sangre es mi sangre
y florecimos hasta no descubrirnos ya con nuestros ojos.


La comunión amorosa es el fin supremo de la humanidad, pero una comunicación con los demás: con el cosmos, con el universo:

Monologo en la piedra y Dios me oye;
Y Tú Amada, me oyes;
Y ya el cielo está más cerca de los hombres
Y ha vuelto Dios a renovar sus ojos…


Este poemario es simbólico, nos invita a reflexionar acerca de nuestros pensamientos y actuación con uno mismo y con los demás. Fusiona lo filosófico, social y amoroso como fin supremo de la humanidad. Es un solo poema intenso que en su lectura nos lleva, sin detenernos, desde el inicio hasta el fin. No tienen título los poemas, además desobedece las reglas ortográficas, escribe con mayúsculas: Vida, Hombre, Tiempo, Amada con la finalidad de dar más importancia a lo que quiere poetizar.
Siguen en esta línea temática los poemarios “El Hijo del Universo”, “Edad del Tiempo”, “Algo me dice que Mañana el Hombre”.
También ha poetizado los restos arqueológicos más importantes del país con sus poemarios “Chan Chan Efigie de la Eternidad”, “Machu Pichu”. Es un poeta que trasciende de lo regional hacia lo universal.

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