La disminución del optimismo en el Perú ocurre con más fuerza en los estratos que más ganan, según índice de la consultora Michelsen.(Perú 21) “El humor del consumidor peruano se enfrió considerablemente durante este verano”, afirma la consultora Michelsen, tras revelar que su Índice de Actitudes y Confianza (IAC) se redujo en 14 puntos, bajando de un alto nivel de 98.1 puntos, registrado en el cuarto trimestre de 2009, a 84.1 puntos en el primer trimestre 2010.
Las principales causas –detalla la encuesta– fueron las malas expectativas económicas personales en 2011 (año que coincide con las elecciones generales), la reducción en la intención de compra de bienes duraderos, un mayor desempleo y claras expectativas de aumentos en los precios.
MÁS GANAS. De acuerdo con el sondeo, a mayor nivel de ingresos más alta también ha sido la reducción en el optimismo. En efecto, aquellos que ganan S/.3,500 o más al mes perdieron 24.7 puntos; mientras que los que perciben entre S/.1,501 y S/.3,500 retrocedieron 17.1 puntos.Por su parte, los que reciben por debajo de mil soles mensuales disminuyeron relativamente menos (-5.6 puntos) e, incluso, subió el optimismo (4.7 puntos) en el estrato de la población que tiene ingresos entre S/.1,001 y S/.1,500 al mes.
El estudio también reporta que hubo un retroceso en la cantidad de consumidores que les va mejor que hace un año. Así, el 24.4% considera estar en una mejor situación; aunque esta cifra es 6.3 puntos porcentuales menos que el resultado del cuarto trimestre de 2009.
Asimismo, la proporción de aquellos a los que le fue peor aumentó en 6.9 puntos porcentuales; mientras que un poco más de la mitad, el 53.2%, cree que les va igual que hace un año. “La experiencia de estar peor que hace un año fue muy similar en todos los estratos de ingresos, excepto en el más bajo, donde a un tercio le fue peor en el último verano que hace un año”, indica la consultora.
MALOS TIEMPOS. Según el IAC, la proporción de peruanos que espera buenos tiempos de aquí a cinco años se redujo en casi 10 puntos, aumentando las expectativas negativas y la incertidumbre.
Por su parte, la proporción que consideraba al verano como un buen momento para la compra de bienes duraderos (electrodomésticos, autos, etc.) bajó fuertemente, de 39.3% a 26.6%, señalando así el punto de quiebre de una tendencia alcista de varios meses.
Del mismo modo, solo el 12.5% cree que el primer trimestre fue la época adecuada para la compra de bienes inmuebles (viviendas), una fuerte reducción frente al 33.4% del trimestre anterior.
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