FANTASMAS DEL PASADO EN TIEMPOS DE CRECIMIENTO ECONOMICO

Por: César Alva Posadas

En el Perú, se pensó que la enfermedad de la peste bubónica ya estaba controlada, los últimos casos de esta enfermedad se registraron en 1994 –los primeros casos se dieron a inicios de 1903- por ello, que la noticia de un brote de peste neumónica; casi pasó por considerarse un hecho aislado; de no ser porque fueron contagiados un médico del Hospital Regional y un estudiante de ciencias médicas de la Universidad Nacional de Trujillo; y el hecho levantado por la prensa, conllevó a que las autoridades regionales de salud monitorearan la enfermedad. Felizmente, está alerta mediática significó visualizar la evolución del mal; de la cual ya se registran más de 30 casos (dos fallecido) en la región La Libertad.
Para algunos actores responsables de la salud, como el decano del Colegio Médico del Perú (Ciro Maguiña) el rebrote de casos de peste bubónica, refleja el grado de descuido que el Estado central ha tenido, en los últimos años, en monitorear y hacer el seguimiento correspondiente a la prevalencia de enfermedades y el control de epidemias. Sobre todo, señalaba que con el proceso de descentralización el Ministerio de Salud había dejado de ser el principal actor de la política pública; por tanto, los responsables regiones –no señala razones- habrían descuidado los programas correspondientes.
Considero, que no es tanto echar la culpa a las débiles gestiones regiones, sino señalar que es el abandono del proceso de descentralización de la salud y ello se refleja en la desarticulación de los niveles de coordinación entre las direcciones y/o gerencias regionales de salud y el Sector correspondiente. Por tanto, a raíz de este abandono, no se ha continuado con el proceso de fortalecimiento de las capacidades para la planificación y gestión, asignación de presupuestos y ejecución de los programas y proyectos de salud priorizados en cada una de las regiones.
De otro lado, en el contexto regional, autoridades, como el Consejero por la provincia de Ascope (Pedro Díaz Camacho), señala que el problema, se debería a la forma cómo se conduce los monocultivos de caña de azúcar, por parte de las empresas agroindustriales; por lo cual –como solución- se ha pedido a las compañías azucareras Cartavio y Casagrande, del Grupo Gloria, acelerar la presentación de su PAMA , el cual contemple medidas contra la quema de caña para evitar que los roedores migren a las zonas periurbanas.
La solución del problema, creo que no sólo pasa por la propuesta resolutiva planteada, creo que hay que mirar lo que sucede en el contexto actual de nuestra región; y hay causas estructurales no atacadas; como la pobreza de las familias y la deficiente - descuidada tarea de educación y promoción de la salud, que es responsabilidad de todos los actores regionales y locales del nivel representativo del Estado, la Sociedad Civil y el Sector Privado.

Otra de las contradicciones que encontramos y creo es la fundamental; la cual debe ser motivo de reflexión, discusión y generación de propuestas desde los diferentes actores sociales es ¿Por qué a pesar las expectantes cifras de crecimiento económico y de reducción de pobreza en la Región; hay una agudización de la pobreza en ciertas zonas? por tanto, una ampliación de la brecha entre los que más y menos tienen recursos económicos o las oportunidades de poder acceder a una mejor educación o mayor esperanza de vida.
Una constatación de los fantasmas –que quiero llamarlo así y no logramos desprendernos- del pasado que conviven con este supuesto desarrollo que experimentamos, son problemas de salud como el que estamos viviendo; para mayor constatación de ello echemos nuevamente una mirada a los reportes de pobreza e IDH . Al cruzar podremos comprobar que en las provincias donde se reportan mayores índices de pobreza, como Pataz, Bolívar, Sánchez Carrión, se vienen reportado casos de rebrote de enfermedades, supuestamente ya erradicadas como la Bartonelosis o “mal de Carrión”, la leishmaniosis, más conocida como “uta”, entre otras; y en el caso de la provincia de Ascope –dónde se han reportado los primeros casos de peste neumónica- basta ver su descenso en el logro de mayores Índices de Desarrollo Humano, en los informes que elabora el PNUD de la última década.
Si bien, estamos reaccionando y tomando acciones para contener el avance del mal, urge el desarrollo de estrategias y la implementación de acciones de prevención permanentes; con el consecuente monitoreo y evaluación de las prevalencias desde el nivel más pequeño de los establecimientos de las redes de salud y el involucramiento de los diferentes actores que representan a la sociedad en su conjunto. Esto sin dejar de revisar las políticas sanitarias en el largo plazo, de manera concertada e integral.