Barómetro de las Américas 2010 revela el temor de los peruanos ante los altos índices de delincuencia. - Fuente: Barómetro de las Américas 2010
(Perú 21).- De mal en peor. Los alarmantes índices de delincuencia en el país– reflejados en asesinatos, ajustes de cuentas, robos, asaltos con armas sofisticadas, pandillaje y otros crímenes– han situado al Perú en un nada honroso primer lugar en la percepción de la inseguridad ciudadana entre 25 naciones del continente.
Según advierte el Barómetro de las Américas 2010, nuestro país se ubica a siete posiciones de México, que es azotado por la guerra de los traficantes de drogas y a 13 lugares de Colombia, afectado también por el narcotráfico y las FARC.
Igualmente, el Perú batió récord en la región en cuanto a la “victimización por la delincuencia” (las personas que admitieron haber sido blanco de los criminales). Por ejemplo, el 21.7% fue víctima de los facinerosos en su propia casa.
GOLPES DE ESTADO. En ese escenario, se concluye que existe una relación directa entre mayor inseguridad y menor apoyo a la democracia. Otro ingrediente nefasto es la corrupción, que junto con la delincuencia no solo son peligrosos en sí mismos para el desarrollo del país, sino que son las más grandes amenazas al sistema democrático.
Para comenzar, el estudio indica que en el Perú existe poco compromiso con los valores democráticos y, por lo tanto, se brinda un alto grado de apoyo a los golpes militares. En este último campo, nuestro país ocupa el cuarto lugar entre 25 naciones de la región, superado solo por Belice, México y Guatemala.
Asimismo, se encuentra en el último escalón en el apoyo ciudadano a la democracia, con 60%, frente al 86% de Uruguay, que está en primer lugar.
La sensación de peligro es tal que más de la mitad justificaría el quiebre del orden constitucional ante los índices de corrupción y la inseguridad. Caso contrario sucede con el problema de desempleo, que no sería argumento para un golpe.
“El deterioro de la calidad de vida y el incremento de la sensación ciudadana causados por la creciente delincuencia lleva a que muchos peruanos estén dispuestos a sacrificar el Estado de derecho”, afirma el estudio que se aplicó a más de 40 mil residentes de las Américas y que será presentado hoy.
Dicho documento fue realizado con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) y por el Perú participó el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
CORRUPCIÓN. Mención especial merecen los resultados referidos a la corrupción generalizada entre los funcionarios públicos.
El Perú obtiene el tercer lugar de percepción de este problema, solo por debajo de Trinidad y Tobago y Jamaica. Además, ocupa el mismo puesto en victimización, superado por México y Bolivia. “Un tercio de la población peruana afirma haber sido víctima de al menos un acto de corrupción y dos de cada diez señalan que han sido víctimas tres veces o más”, indican. Una realidad devastadora que puede empeorar.
(Perú 21).- De mal en peor. Los alarmantes índices de delincuencia en el país– reflejados en asesinatos, ajustes de cuentas, robos, asaltos con armas sofisticadas, pandillaje y otros crímenes– han situado al Perú en un nada honroso primer lugar en la percepción de la inseguridad ciudadana entre 25 naciones del continente.
Según advierte el Barómetro de las Américas 2010, nuestro país se ubica a siete posiciones de México, que es azotado por la guerra de los traficantes de drogas y a 13 lugares de Colombia, afectado también por el narcotráfico y las FARC.
Igualmente, el Perú batió récord en la región en cuanto a la “victimización por la delincuencia” (las personas que admitieron haber sido blanco de los criminales). Por ejemplo, el 21.7% fue víctima de los facinerosos en su propia casa.
GOLPES DE ESTADO. En ese escenario, se concluye que existe una relación directa entre mayor inseguridad y menor apoyo a la democracia. Otro ingrediente nefasto es la corrupción, que junto con la delincuencia no solo son peligrosos en sí mismos para el desarrollo del país, sino que son las más grandes amenazas al sistema democrático.
Para comenzar, el estudio indica que en el Perú existe poco compromiso con los valores democráticos y, por lo tanto, se brinda un alto grado de apoyo a los golpes militares. En este último campo, nuestro país ocupa el cuarto lugar entre 25 naciones de la región, superado solo por Belice, México y Guatemala.
Asimismo, se encuentra en el último escalón en el apoyo ciudadano a la democracia, con 60%, frente al 86% de Uruguay, que está en primer lugar.
La sensación de peligro es tal que más de la mitad justificaría el quiebre del orden constitucional ante los índices de corrupción y la inseguridad. Caso contrario sucede con el problema de desempleo, que no sería argumento para un golpe.
“El deterioro de la calidad de vida y el incremento de la sensación ciudadana causados por la creciente delincuencia lleva a que muchos peruanos estén dispuestos a sacrificar el Estado de derecho”, afirma el estudio que se aplicó a más de 40 mil residentes de las Américas y que será presentado hoy.
Dicho documento fue realizado con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) y por el Perú participó el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
CORRUPCIÓN. Mención especial merecen los resultados referidos a la corrupción generalizada entre los funcionarios públicos.
El Perú obtiene el tercer lugar de percepción de este problema, solo por debajo de Trinidad y Tobago y Jamaica. Además, ocupa el mismo puesto en victimización, superado por México y Bolivia. “Un tercio de la población peruana afirma haber sido víctima de al menos un acto de corrupción y dos de cada diez señalan que han sido víctimas tres veces o más”, indican. Una realidad devastadora que puede empeorar.
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