La Mar de San Francisco obtuvo una certificación ambiental. En el Perú, se espera que en el 2015 los restaurantes puedan certificar que no depredan recursos.
(El Comercio).- El chef Gastón Acurio viajó esta semana a San Francisco, en EE.UU., para dar el primer paso de lo que podría convertirse en una nueva revolución en la gastronomía peruana: el desarrollo de una certificación para que los restaurantes peruanos se comprometan a solo utilizar recursos marinos capturados de manera sostenible.
Esta semana su cebichería La Mar en San Francisco se sumó a las decenas de restaurantes en la costa oeste de Estados Unidos que han firmado un acuerdo con el programa Seafood Watch del Monterey Bay Aquarium, en California, para comercializar especies de pescados y mariscos que no estén en riesgo y cuyo método de caza no afecte el frágil equilibrio del ecosistema marino.
“Al adoptar los principios del Seafood Watch, estamos contribuyendo a asegurar que las próximas generaciones puedan disfrutar de comida marina de la misma calidad que la que ofrecemos hoy en nuestra carta”, explicó Acurio.
EN EL PERÚ
Irzio Pinasco, gerente general de La Macha, el holding del chef, declaró a El Comercio: “El convenio tiene que ver con nuestra filosofía y compromiso de trabajar exclusivamente con productos sostenibles. Esto lo queremos repetir, voluntariamente, en los locales de Lima, porque creemos que hay que sentar el ejemplo para no depredar nuestra riqueza marina”.
Patricia Majluf, directora del Centro para la Sostenibilidad Ambiental (CSA) de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, adelantó que ya trabajan con Acurio y con la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) para desarrollar hacia el 2015 una certificación similar a la de Seafood Watch que permita que los restaurantes peruanos garanticen que los recursos que utilizan han sido capturados sin exponer a la extinción a los recursos hidrobiológicos.
“El problema es que no hay información sobre las especies que estamos consumiendo y cómo han sido capturadas, para indicarles a los restaurantes y a los consumidores qué recursos se deben comercializar o no, tal como lo hace Seafood Watch en Estados Unidos”, explicó.
Francisco Miranda, presidente del consejo directivo de la ONG Oannes, agregó que es urgente que las universidades y el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) realicen un estudio científico de las especies marinas hasta los 30 metros de profundidad, donde se concentra la mayor parte de la biodiversidad.
“Se deben determinar las tallas mínimas de captura y los períodos de veda de cada especie y en cada zona de la costa, para iniciar un ordenamiento pesquero que evite prácticas como la pesca con dinamita en lechos rocosos y la captura con redes del lenguado por embarcaciones industriales”, consideró.
Majluf detalló: “Para empezar, hemos hecho un mapeo de 500 restaurantes en Lima que venden pescados y mariscos en la página gastronomiasostenible.pe y queremos que sea el propio público el que reporte en la página si cumplen los estándares que se definan”.
HACIA LA PESCA RESPONSABLE
De acuerdo con Majluf, los restaurantes deben respetar las vedas y tallas mínimas de cada recurso hidrobiológico.
También deben usar una mayor diversidad de especies, para ir reduciendo la presión de pesca sobre las pocas que preferimos consumir en la actualidad, como el lenguado y la corvina.
Adelantó que este año en Mistura se prohibirá la participación de El Rancho de Robertín y La Ramadita Wuarmy de Huaral, que violaron la actual veda del camarón.
¿QUÉ ES EL SEAFOOD WATCH?
El programa Seafood Watch del Monterey Bay Aquarium ha elaborado tablas detalladas de los recursos marinos por especie, métodos de pesca y procedencia clasificándolos en tres categorías, según el daño que puedan causar a la sostenibilidad de los ecosistemas marinos: mejores opciones, buenas alternativas y especies a evitar.
Por ejemplo, los restaurantes aliados con el programa no pueden comercializar tiburón, cangrejo rey y pez espada importado, debido a que no se puede asegurar que su captura haya sido hecha respetando las tallas mínimas y los períodos de veda, como sí sucede en EE.UU.
(El Comercio).- El chef Gastón Acurio viajó esta semana a San Francisco, en EE.UU., para dar el primer paso de lo que podría convertirse en una nueva revolución en la gastronomía peruana: el desarrollo de una certificación para que los restaurantes peruanos se comprometan a solo utilizar recursos marinos capturados de manera sostenible.
Esta semana su cebichería La Mar en San Francisco se sumó a las decenas de restaurantes en la costa oeste de Estados Unidos que han firmado un acuerdo con el programa Seafood Watch del Monterey Bay Aquarium, en California, para comercializar especies de pescados y mariscos que no estén en riesgo y cuyo método de caza no afecte el frágil equilibrio del ecosistema marino.
“Al adoptar los principios del Seafood Watch, estamos contribuyendo a asegurar que las próximas generaciones puedan disfrutar de comida marina de la misma calidad que la que ofrecemos hoy en nuestra carta”, explicó Acurio.
EN EL PERÚ
Irzio Pinasco, gerente general de La Macha, el holding del chef, declaró a El Comercio: “El convenio tiene que ver con nuestra filosofía y compromiso de trabajar exclusivamente con productos sostenibles. Esto lo queremos repetir, voluntariamente, en los locales de Lima, porque creemos que hay que sentar el ejemplo para no depredar nuestra riqueza marina”.
Patricia Majluf, directora del Centro para la Sostenibilidad Ambiental (CSA) de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, adelantó que ya trabajan con Acurio y con la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) para desarrollar hacia el 2015 una certificación similar a la de Seafood Watch que permita que los restaurantes peruanos garanticen que los recursos que utilizan han sido capturados sin exponer a la extinción a los recursos hidrobiológicos.
“El problema es que no hay información sobre las especies que estamos consumiendo y cómo han sido capturadas, para indicarles a los restaurantes y a los consumidores qué recursos se deben comercializar o no, tal como lo hace Seafood Watch en Estados Unidos”, explicó.
Francisco Miranda, presidente del consejo directivo de la ONG Oannes, agregó que es urgente que las universidades y el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) realicen un estudio científico de las especies marinas hasta los 30 metros de profundidad, donde se concentra la mayor parte de la biodiversidad.
“Se deben determinar las tallas mínimas de captura y los períodos de veda de cada especie y en cada zona de la costa, para iniciar un ordenamiento pesquero que evite prácticas como la pesca con dinamita en lechos rocosos y la captura con redes del lenguado por embarcaciones industriales”, consideró.
Majluf detalló: “Para empezar, hemos hecho un mapeo de 500 restaurantes en Lima que venden pescados y mariscos en la página gastronomiasostenible.pe y queremos que sea el propio público el que reporte en la página si cumplen los estándares que se definan”.
HACIA LA PESCA RESPONSABLE
De acuerdo con Majluf, los restaurantes deben respetar las vedas y tallas mínimas de cada recurso hidrobiológico.
También deben usar una mayor diversidad de especies, para ir reduciendo la presión de pesca sobre las pocas que preferimos consumir en la actualidad, como el lenguado y la corvina.
Adelantó que este año en Mistura se prohibirá la participación de El Rancho de Robertín y La Ramadita Wuarmy de Huaral, que violaron la actual veda del camarón.
¿QUÉ ES EL SEAFOOD WATCH?
El programa Seafood Watch del Monterey Bay Aquarium ha elaborado tablas detalladas de los recursos marinos por especie, métodos de pesca y procedencia clasificándolos en tres categorías, según el daño que puedan causar a la sostenibilidad de los ecosistemas marinos: mejores opciones, buenas alternativas y especies a evitar.
Por ejemplo, los restaurantes aliados con el programa no pueden comercializar tiburón, cangrejo rey y pez espada importado, debido a que no se puede asegurar que su captura haya sido hecha respetando las tallas mínimas y los períodos de veda, como sí sucede en EE.UU.
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