Teniendo siempre presente, la dedicación profesional de mi Padre como Cirujano Dentista, titulado en la Universidad Mayor de San Marcos y sus treinta años de labor asistencial en el Hospital Belén de nuestra ciudad; traigo a mi recuerdo, aquellas jornadas de matutina atención en los consultorio externos, donde con sus colegas y amigos de la institución, efectuaban en sus ocasionales pacientes, las respectivas curaciones y extracciones en fin y objetivo de promover la salud bucal.
En algunas circunstancias, éstas podían derivar en operaciones de alta cirugía, aplicando sus conocimientos y técnicas propios del estudio y discusión en varios congresos internacionales. De igual forma, la cobertura territorial del nosocomio, consideraba la presencia del personal médico en ciertos distritos; aliviando así la posible saturación del céntrico local y llegando a los sectores sociales, a nivel de las denominadas postas. Hago este acápite, pues teniendo en cuenta tal cercanía con la salud bucal; puedo realizar una función complementaria vinculada a la Producción de la voz, ya en el campo artístico.
Si bien es cierto, la laringe y sus pliegues, constituyen las estructuras medulares en los efectos de potencia y extensión, a través del flujo aéreo y la presión glótica; el estado de la cavidad oral o bucal, son las partes que modifican ese sonido inicial mediante las praxias fonatorias con la articulación y consiguiente amplificacion vocálica.
La cavidad bucal, punto de entrada en la deglución del bolo alimenticio (masticación) y lugar de permanente hidratación (salivación); lleva a que la persona, participe y haga suyos de manera continua, la ejecución de ciertos hábitos de limpieza y conservación de sus dientes, utilizando sustancias apropiadas e interviniendo en las oportunas fluorizaciones, favorables en las primeras etapas de vida.
Con dicho fin, el intérprete vocal, muy interesado en la claridad de sus cualidades vocales; tendrá la necesidad de asumir con responsabilidad esa motivadora tarea de asepsia total, a efecto que la proyección de sus sonidos sean de naturaleza brillante y afinada y sus cuerdas vocales permanezcan libres de gérmenes y aparición de posibles inflamaciones.
El desarrollo de laringe y el cultivo de la voz cantada y hablada, dependen del estado y fijación de las partes que integran la cavidad bucal, por citar: el paladar duro, la lengua, los maxilares, los dientes y las encías; dado éstas nos permiten, realizar una adecuada pronunciación, en niveles de consistencia sonora, agilidad y calidad timbristica, cuanto de igual manera, determinan la muestra de nuestras expresiones de ánimo y seguridad al comunicarnos con los demás.
Bien se afirma, que la sonrisa, la ingesta de una dieta alimenticia conveniente y la dicción en el habla; son muy importantes para nuestra autoestima y razón para no postergar en demasía el tratamiento bucal.
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