Por: Guido Sánchez Santur
Ya no es novedad hablar de la enorme cantidad de basura desperdigada en las calles de Trujillo, a causa de la ineficiencia de las autoridades. Esta situación se repite con más o menos gravedad en varios distritos.
A este panorama, que atenta contra el ornato, la salud de las personas y la imagen de la ciudad, se suman las decenas de toneladas de desmonte acumulada en las principales vías que conectan a la ciudad con los principales atractivos turísticos que representan a Trujillo.
Los guías de turismo son testigos cotidianos de este deplorable paisaje urbano, quienes se enfrentan a la exigencia de explicar con diversos argumentos a los grupos de turistas que no ocultan su extrañeza y malestar, porque no se trata solo de una imagen desagradable, sino que además de esos montículos emanan pestilentes olores por la presencia de productos en descomposición, inclusive animales muertos en proceso descomposición.
Zonas críticas
La presidenta de la Asociación de Guías de Turismo de La Libertad (Agoturlib), Patricia Valenzuela Lamparte, asegura que la mayor cantidad de desmonte y basura se encuentra en la ruta Huacas de Moche-Huanchaco, que comprende la vía de evitamiento, entre los óvalos Huanchaco y La Marina, cuyos puntos neurálgicos se encuentran a la altura de la zona intangible de Chan Chan (Buenos Aires) y el sector La Encalada.
Asimismo, la ruta Huacas de Moche-Centro Histórico, en la que encontramos varios montículos de basura, principalmente en las proximidades del puente del centro poblado Santa Rosa y en la prolongación de la avenida Gonzales Prada.
Fuente: Diario La Industria
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