martes, 19 de julio de 2016

ALBERTO VERGARA: “PPK TIENE QUE SEGUIR SIENDO CANDIDATO POR UN RATO”


Entrevista a Alberto Vergara. Politólogo con estudios en la Universidad Católica del Perú. Doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad de Montreal. Ha publicado  varios libros de análisis político y ha coordinado el último número de Journal of Democracy sobre la democracia en América Latina.

Desde Washington DC, Alberto Vergara hace un alto en sus labores académicas y revisa la coyuntura política. Hablamos por teléfono el último jueves, un día antes de conocerse el nuevo gabinete ministerial. La conversación fluyó sobre los políticos peruanos, pero también sobre hacia dónde vamos como país.

Tú que vives afuera ¿cómo se vio la remontada de Kuczynski sobre Keiko Fujimori casi en el último día?
Con gran sorpresa. Una semana antes nadie creía que se podía remontar los cuatro, cinco puntos que decían las encuestas que le llevaba Keiko Fujimori. Creo que el único que lo vio fue Alfredo Torres cuando dos semanas antes dijo que podía haber un efecto retardado de la denuncia de la DEA. Afuera y adentro casi todo el mundo estaba convencido de que era muy difícil que PPK gane. Yo nunca creí que le pudiera ganar a Keiko, la verdad. 

En alguna de tus columnas decías que el candidato PPK debía ponerse el alma, al final se pusieron el alma los electores.
Sí, es evidente que la victoria de PPK es el triunfo de una gran coalición espontánea, desordenada, para impedir que ganase Keiko, afirmando valores democráticos. Es una coalición que surge, una vez más, porque ha sucedido antes, ante situaciones límite. El beneficiario fue Kuczynski, que al final le puso ganas. En esta coalición todos pusieron de su parte: muchísimos electores que sin gran emoción por PPK tenían la convicción de rechazar una serie de cuestiones que representaba el fujimorismo. Verónika Mendoza comiéndose el sapo de salir a apoyar a PPK, pero lo hizo principistamente, en una apuesta que ganó. Y los medios jugaron un papel importante, El Comercio, Canal 4, al darle cabida a denuncias fundamentales.

PPK no tiene mayoría congresal, ni un partido consolidado y su contacto con la gente es lejano. Trabajar esa cercanía con la población es un reto para un hombre de su edad...
No le queda otra. Y no lo está haciendo mal. Ha viajado, está entrando en contacto con la sociedad. Tiene un estilo campechano que sirve. Hay que ver su gabinete para ver si le da importancia a esa construcción de legitimidad popular que es fundamental, porque ha sido elegido con déficit de legitimidad. No entusiasmó a nadie durante la campaña. Superó escollos gracias a razones fortuitas: se cayó Guzmán, no se retiró Goyo, los electores de Barnechea se movieron hacia él. La denuncia de la investigación de la DEA sobre Ramírez fue clave. Sus mejores aliados estuvieron fuera de su voluntad y de su estrategia. Tiene que seguir siendo candidato por un rato. Necesita construir esa popularidad propia para tener una dosis de autonomía y no ser amenazado por el Congreso. Un Congreso que este país suele rechazar, además.

El primer ministro será Fernando Zavala y se habla de varios economistas en el gabinete. ¿Un gabinete de tecnócratas es una buena decisión?
La discusión planteada en términos de economistas sí o economistas no, me resulta vacía. Los economistas pueden hacer desastres o también grandes cosas. Sí creo que este gobierno debe representar en el Perú de hoy una ruptura dentro de la continuidad, un quiebre al interior del modelo que ha prevalecido en estos años. En los últimos años hemos tenido gobiernos que son el reflejo de su época. Necesitamos esta vez un gobierno que modele a su época, que le ponga su sello. Y con esto representar la voluntad de cambio en el país y curar el gran malestar incubado en estos años. Ese es su desafío. Un desafío que no es únicamente técnico, es principalmente político. Mira, en el Perú no conocemos la ruta hacia la popularidad de presidentes y gobiernos, pero sí sabemos el camino por el cual resbalan a tasas de popularidad muy bajas: es el gobierno planteado desde el paradigma tecnocrático de la modernización, el de presentar grandes cifras, el de los millones, el de cientos de obras, el de metas e indicadores. Necesitas cambiar ese marco conceptual. Lo cual no es una tarea técnica.

...Este debe ser un gobierno que no sólo se preocupe por el PBI sino por otros temas
El Perú ya ha sido bien administrado por un buen tiempo, a ver si comenzamos a gobernarlo. El PBI tiene que crecer más, sí, pero es solo es una parcela de lo que quieres para el país. Necesitas un discurso sobre el Estado de Derecho, sobre qué queremos ser como país. En el Perú el discurso de la modernización está agotado. Es como un progreso incoloro, sin alma, que alude a vías que podrían tomarse en África o Asia. El gobierno debería aludir a un país más justo, a un país donde todos tengamos las mismas posibilidades. Para decirlo con cierta pretensión: con un sentido de patria, de república. Ahí está la posibilidad de vender un proyecto compartido en el cual los sectores que la pasan negras en el país tengan algo más que cifras.

Parece que la tecnocracia y la política, que antes no necesariamente iban juntas, esta vez se han acercado.
De un lado, por el perfil del candidato que ha sido elegido no me parece extraño que el de Kuczynski sea un gobierno de tecnócratas. De otro lado, no veo nada novedoso en esta tendencia. Junto a Daniel Encinas publicamos una investigación donde mostrábamos sistemáticamente la ascendencia de tecnócratas y burócratas en el manejo del Estado y la casi desaparición de los políticos en los Ejecutivos de las últimas décadas. Curiosamente es en el gobierno de Humala, el temido populista, cuando esto se hizo aplastante. Entonces no veo nada nuevo. Ahora, ojo, lo distintivo en el Perú no es la fuerza de los tecnócratas sino la debilidad de los políticos.

¿Cuál debería ser la agenda urgente de PPK en el gobierno?
Yo hago política comparada y no políticas públicas, no me corresponde pisar esos terrenos. Pero creo que un objetivo en términos políticos es desactivar los dos prejuicios que pesan sobre lo que será este gobierno: que será un gobierno de piloto automático y de pitucos lobistas. El gobierno tiene que trabajar para que esos dos sentidos comunes sean radicalmente falsos y eso implica defender siempre el interés general. El interés general se concreta en las instituciones, en la igualdad ante la ley. Este es un país en el cual los dos apellidos más comunes de los muertos de la época del terrorismo son Quispe y Huamán. Eso se llama ausencia de Estado de derecho y como queda claro en los últimos 15 años, no llega como añadido del crecimiento económico y su piloto automático. Y en la segunda dimensión necesitas gente que haga política y que no vivan todos en San Isidro. Hay señales de que el gobierno lo entiende.

El fujimorismo controla el Congreso. Es una fortaleza y un riesgo, porque se podría pensar que no dejan avanzar las cosas.
Hay que ponerle perspectiva al asunto. En el Perú no hay oposición hace 15 años. Para que hubiera oposición, en el Congreso tendría que haber bancadas con alternativas serias de visión del país y eso no ha habido. A menos que creamos que los insultos en Twitter, las carteras de Nadine o los problemas judiciales de García constituyen una dinámica política entre oficialismo y oposición. Lo que prima son intereses puntuales que afectan a individuos concretos. Y el fujimorismo entra ahí. Keiko se equivoca cuando dice que le han dado un mandato para ser oposición. Mandato tiene el que gana, no el que pierde. No creo que el fujimorismo pueda ser oposición porque no tiene un proyecto alternativo al de PPK. El fujimorismo puede hacer una de dos cosas: boicotear o ser comparsa. No veo desde qué ideario alternativo podría ser oposición.

En Fuerza Popular de sus 73 congresistas solo 11 son militantes y hasta el 2012 tenía apenas 4 mil militantes inscritos, ¿ese es el partido más organizado del país?
Puede que sean una organización un poco más estructurada que otras, pero no más. Keiko Fujimori ha trabajado mucho y ha conseguido cierta organización, pero lo que han tenido es mucho dinero para hacer campaña y el apellido del padre. La politóloga Adriana Urrutia le llama al fujimorismo un “medio partidario”, esa descripción me parece acertada.  También se puede mirar como un partido que sólo tiene tres gobiernos regionales de veinticinco. Calificaría como partido débil si hubiera partidos sólidos. Más que partido, tienen un liderazgo importante en Keiko Fujimori.

¿Cómo debe actuar la izquierda? Serán oposición, pero tienen problemas internos...
Respecto de la izquierda, la última elección probó que hacía tiempo que había una generación que debía ser desterrada. Ahora, pareciera que la izquierda puede estar junta pero no unida. Habrá que ver cómo manejan los líos internos. Creo que tendrán un papel destacado en el Congreso y, de otro lado, Verónika Mendoza ha demostrado una capacidad de liderazgo importante. En la primera vuelta, claramente respecto de un sector del país, muy fuerte en el sur, mostrando preocupaciones no habituales en la izquierda como las industrias extractivas, el medio ambiente. Ahora, también deben ser conscientes que ese rollo les da 18% y en el resto del país genera miedo. La costa le teme a la Verónika Mendoza de primera vuelta. Ella ha probado que habla muy bien sureño, habrá que ver si aprende a hablar costeño. En algún sentido ha comenzado a demostrarlo, casi sin querer, con su apoyo a PPK en segunda vuelta. No lo hizo desde el discurso antineoliberal, sino hablando de instituciones, de Estado de Derecho, contra la corrupción, es decir un lenguaje con el cual sí conectó con un elector nacional. Por ahí podría estar la forma de acercarse a un nuevo votante.

¿Y te parece que el humalismo ha sido el desastre que algunos sectores señalan?
Pienso que hay que distinguir entre gobierno y gobernante, lo cual vale para todos los gobiernos desde el 2001. Humala parecía destinado a ser un personaje de (Augusto) Roa Bastos, de (Gabriel) García Márquez y, en realidad, ha terminado siendo un personaje de Ribeyro. Me pregunto, ¿para qué quería ser presidente?

Apareció con un discurso antisistema y nada se concretó
Así es. Pero si lo comparamos con las otras opciones del 2011, nadie hubiera hecho un mejor gobierno que este, todos habrían sido similares. En este gobierno se han hecho cosas importantes, reformas en educación, el acercamiento del Estado a los maestros, las reformas en el servicio civil y Servir, la profundización de reformas en salud, la expansión de programas sociales y la seriedad técnica con que se les maneja. Tienes un grupo de iniciativas importantes a continuar. También me parece innegable que estos aspectos responden a agendas tecnocráticas muchas veces internacionales, autónomas, que nada tienen que ver con Humala ni con su programa de gobierno. Ahora, para mí el déficit principal de Humala no está en ningún aspecto particular de política pública, salvo en el de seguridad ciudadana. El gran déficit que deja es que ha profundizado la desconfianza de los peruanos en la democracia. Humala nunca justificó su transformación. Debió explicar por qué fue un presidente tan distinto de lo que la gente había visto en campaña. Tenía la responsabilidad de dar razones, porque sin razones no hay democracia. La ausencia de razones es el mundo de la arbitrariedad. No asumió su responsabilidad, no respondió ante sus electores, ante la población más desconfiada y vulnerable, que lo apoyó en dos elecciones seguidas.

Camino al Bicentenario, aparte de esperar desarrollo económico, se debe exigir desarrollo institucional
Creo que Kuczynski, Fernando Zavala y la gente que asumirá el poder, saben perfectamente que cuando viajan al primer mundo, ese primer mundo no lo es únicamente porque el PBI creció enormemente. Y también saben que si vas a algunos países del África o a Vietnam, vas a ver tasas altísimas de crecimiento sin desarrollo alguno. Ojalá comprendan que el esfuerzo institucional no es cuestión de reducir trámites. Yo creo que PPK, Zavala y muchos de ellos tienen el vuelo internacional que no tiene otra parte de la derecha peruana de darse cuenta de estas cosas. O eso quiero creer. La insatisfacción de los peruanos solo decae en estos años en que la economía solo crece. No hay que ser Einstein para darse cuenta que los problemas no están en el manejo de la economía. It’s not the economy, stupid!

Es paradójico que Kuczynski, a quien consideraban el 'gringo' de los candidatos, el del pasaporte norteamericano, sea el presidente del Bicentenario
Bueno, yo no le daría importancia a lo de 'gringo' o el pasaporte. Creo que Kuczynski tiene las condiciones para esforzarse por hacer el mejor gobierno posible de aquí al Bicentenario. Que le deje al próximo presidente un país en mejores condiciones, que la inseguridad no termine de desplegarse por todo el país, que detenga el deterioro institucional progresivo que hemos tenido en los últimos quince años. Que en cinco años no tengamos que analizar otro gobierno en que el presidente importó poco. Hay la oportunidad de hacer las cosas bien. No soy un fatalista.



FUENTE: La Republica. Publicado el 17 de Julio del 2016.

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