Por: Hugo Muller - Abogado
mullerabogados@hotmail.com
Avanzar en precisiones acerca de la necesaria complementariedad, coordinación e integración de la prevención del delito como componente de una verdadera estrategia Criminal de Policía, ante la ausencia de Políticas Nacionales para la Prevención del Delito podría ser una eficaz herramienta para contrarrestar la creciente inseguridad ciudadana que de manera incontrolable se esta apoderando de ciudades, carreteras, ríos navegables y últimamente hasta de aeropuertos, como es el caso de la ciudad de Nazca, en donde un grupo de delincuentes lograron apoderarse de una avioneta con tripulación incluida.
Por lo común en su discurso, las autoridades policiales y del Ministerio del Interior, suelen destacar el importante rol de la Policía en la prevención proactiva del delito. Pero en la realidad, la policía centra su accionar cotidiano en la intervención reactiva, es decir intervenir después que el delito se ha cometido, o en su trabajo represivo, capturando a las personas requisitoriadas por la justicia.
De esa forma la Policía se ha acostumbrado a medir su eficiencia en función a sus intervenciones tanto en delitos como en la captura de sus presuntos autores, pero no ha encontrado hasta la fecha la forma de medir el trabajo preventivo porque este no se realiza, de allí que se suele utilizar como indicativo de prevención, el numero de Policías a pie o en vehículos que se encuentran en las calles.
Respondiendo a la pregunta inicial, la respuesta es no hay prevención del delito en el Perú. El no precedente nunca puede ser absoluto, pero quiere reflejar que no existe relación lógica y razonable entre la amenaza de violencia y de delito en la sociedad y las acciones desarrolladas por el Gobiernos, las autoridades locales y la Policía en particular para evitar su materialización. Lo que se hace es poco, no es integral, no es ni eficiente ni eficaz, es superficial y no profundiza en la superación de las causas, ni siquiera obedece a una estrategia adecuada. Esto es evidente, jóvenes policías distraídos, desorientados, absortos, hablando por celular durante horas, escuchando música con los auriculares pegados a sus oídos y totalmente ajenos al mundo que los rodea, son el reflejo de lo que significa la prevención del Delito a las actuales autoridades del Sector Interior y de la PNP.
mullerabogados@hotmail.com
Avanzar en precisiones acerca de la necesaria complementariedad, coordinación e integración de la prevención del delito como componente de una verdadera estrategia Criminal de Policía, ante la ausencia de Políticas Nacionales para la Prevención del Delito podría ser una eficaz herramienta para contrarrestar la creciente inseguridad ciudadana que de manera incontrolable se esta apoderando de ciudades, carreteras, ríos navegables y últimamente hasta de aeropuertos, como es el caso de la ciudad de Nazca, en donde un grupo de delincuentes lograron apoderarse de una avioneta con tripulación incluida.
Por lo común en su discurso, las autoridades policiales y del Ministerio del Interior, suelen destacar el importante rol de la Policía en la prevención proactiva del delito. Pero en la realidad, la policía centra su accionar cotidiano en la intervención reactiva, es decir intervenir después que el delito se ha cometido, o en su trabajo represivo, capturando a las personas requisitoriadas por la justicia.
De esa forma la Policía se ha acostumbrado a medir su eficiencia en función a sus intervenciones tanto en delitos como en la captura de sus presuntos autores, pero no ha encontrado hasta la fecha la forma de medir el trabajo preventivo porque este no se realiza, de allí que se suele utilizar como indicativo de prevención, el numero de Policías a pie o en vehículos que se encuentran en las calles.
Respondiendo a la pregunta inicial, la respuesta es no hay prevención del delito en el Perú. El no precedente nunca puede ser absoluto, pero quiere reflejar que no existe relación lógica y razonable entre la amenaza de violencia y de delito en la sociedad y las acciones desarrolladas por el Gobiernos, las autoridades locales y la Policía en particular para evitar su materialización. Lo que se hace es poco, no es integral, no es ni eficiente ni eficaz, es superficial y no profundiza en la superación de las causas, ni siquiera obedece a una estrategia adecuada. Esto es evidente, jóvenes policías distraídos, desorientados, absortos, hablando por celular durante horas, escuchando música con los auriculares pegados a sus oídos y totalmente ajenos al mundo que los rodea, son el reflejo de lo que significa la prevención del Delito a las actuales autoridades del Sector Interior y de la PNP.
1 comentarios:
Es una verguenza lo que sucede en el peru pero es la verdad, ahora resulta que el ministerio del interior dice culpa a los alcaldes por el aumento de la delincuencia, me parece que el problema es la incompetencia, la seguridad ciudadana es un tema de expertos no de los politicos y la policia nacional esta dirigida desde lo mas alto por los politicos, por eso tenemos los policias que tenemos.
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