No solo las personas naturales con capacidad de pago pueden tener una tarjeta de crédito. Hay productos similares para los microempresarios.
(Perú 21).- Son en realidad préstamos de capital de trabajo que los bancos privados han fusionado con las cualidades más prácticas de las tarjetas de crédito para atender las necesidades más urgentes de los emprendedores, que ya cuentan con un negocio propio o están por iniciarlo.
De esta forma, los microempresarios evitan cargar con el dinero en el bolsillo –y ser víctima de los ‘marcas’ – o recurrir nuevamente a su banco cada vez que requieran financiamiento para efectuar una compra o realizar un pago (usando la alternativa de disposición de efectivo).
OJO: SON MÁS CARAS. Por tratarse de financiamiento para un sector con mayor riesgo, los intereses que cobran las tarjetas de este tipo son más altos que los que pagan los plásticos dirigidos a personas naturales, advierte Juan Carlos Ocampo, consultor en finanzas personales.
Según información disponible en las páginas web de los bancos, la Tasa Efectiva Anual (TEA) que cobran por estos productos oscila entre 19% y 77%. A este costo, falta agregarle los pagos por renovación anual, generación de estado de cuenta mensual, mantenimiento mensual de las tarjetas, entre otras comisiones que cobran estas entidades.
El detalle de los cargos debe averiguarse antes de firmar el contrato para recibir dicho préstamo. El monto mínimo a prestar va desde los S/.500 y el máximo puede llegar a S/.175,000, dependiendo de la evaluación que se haga del emprendedor solicitante.
Asimismo, los bancos pueden requerir –además de documentos como la inscripción en registros públicos o declaración anual de ventas ante la Sunat –, un monto mínimo de facturación al año y un tiempo de antigüedad para el negocio .
OPTIMICE SU CRÉDITO. Ocampo recomienda a los emprendedores averiguar la fecha de corte (cierre de facturación) para evitar pagar intereses. “Si, por ejemplo, el 25 de setiembre fuera su fecha de cierre. A partir del día siguiente (26), pueden comprar y pagar hasta el 15 de octubre sin intereses”, explica.
“Si hacen esto, tendrán 51 días libres para comprar mercadería y venderla sin pagar intereses”, anota. “Con este procedimiento, podrán darle hasta siete vueltas al dinero que prestan al año. Así, si ganan 10% entre comprar y vender por cada período (51 días), su rentabilidad anual sería de 70%”, asegura. Por último, no es recomendable que se tengan más de dos tarjetas de este tipo, afirma Ocampo.
(Perú 21).- Son en realidad préstamos de capital de trabajo que los bancos privados han fusionado con las cualidades más prácticas de las tarjetas de crédito para atender las necesidades más urgentes de los emprendedores, que ya cuentan con un negocio propio o están por iniciarlo.
De esta forma, los microempresarios evitan cargar con el dinero en el bolsillo –y ser víctima de los ‘marcas’ – o recurrir nuevamente a su banco cada vez que requieran financiamiento para efectuar una compra o realizar un pago (usando la alternativa de disposición de efectivo).
OJO: SON MÁS CARAS. Por tratarse de financiamiento para un sector con mayor riesgo, los intereses que cobran las tarjetas de este tipo son más altos que los que pagan los plásticos dirigidos a personas naturales, advierte Juan Carlos Ocampo, consultor en finanzas personales.
Según información disponible en las páginas web de los bancos, la Tasa Efectiva Anual (TEA) que cobran por estos productos oscila entre 19% y 77%. A este costo, falta agregarle los pagos por renovación anual, generación de estado de cuenta mensual, mantenimiento mensual de las tarjetas, entre otras comisiones que cobran estas entidades.
El detalle de los cargos debe averiguarse antes de firmar el contrato para recibir dicho préstamo. El monto mínimo a prestar va desde los S/.500 y el máximo puede llegar a S/.175,000, dependiendo de la evaluación que se haga del emprendedor solicitante.
Asimismo, los bancos pueden requerir –además de documentos como la inscripción en registros públicos o declaración anual de ventas ante la Sunat –, un monto mínimo de facturación al año y un tiempo de antigüedad para el negocio .
OPTIMICE SU CRÉDITO. Ocampo recomienda a los emprendedores averiguar la fecha de corte (cierre de facturación) para evitar pagar intereses. “Si, por ejemplo, el 25 de setiembre fuera su fecha de cierre. A partir del día siguiente (26), pueden comprar y pagar hasta el 15 de octubre sin intereses”, explica.
“Si hacen esto, tendrán 51 días libres para comprar mercadería y venderla sin pagar intereses”, anota. “Con este procedimiento, podrán darle hasta siete vueltas al dinero que prestan al año. Así, si ganan 10% entre comprar y vender por cada período (51 días), su rentabilidad anual sería de 70%”, asegura. Por último, no es recomendable que se tengan más de dos tarjetas de este tipo, afirma Ocampo.
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